Enfermedades
Esta
enfermedad se caracteriza por producir manchas en las hojas, las cuales se
tornan de color amarillo, anaranjado y por debajo de ellas se observa un
polvillo de color naranja, que es el síntoma característico de la enfermedad.
Control:
para combatir esta enfermedad se usa control químico, efectuando de tres a
cinco aplicaciones a partir de la entrada de lluvias, con intervalos de 30 días.
Se realizan aspersiones con productos que tienen como base oxicloruro de cobre
50%, en dosis de 3 kg/ha, con volumen de 300 a 400 l de agua. También se usan
los fungicidas basados en óxido cuproso y otros como el caldo bordelés y el
caldo vicosa.
Algunos
ensayos de campo confirman que las aplicaciones con fungicidas a base de cobre
pueden tener un efecto tónico sobre el cultivo, tornándose las hojas de un
color verde oscuro cuando las plantas están todavía en el estado juvenil. Sin
embargo un aplicación excesiva de estos compuestos puede tener efecto
depresivos en el desarrollo radicular de los jóvenes cafetos (Pavan et al,
1995). Además parece demostrado que la acumulación de cobre en el suelo debida
a las continuas aplicaciones, afecta profundamente al mismo de manera que el
proceso de mineralización de la materia orgánica se ve reducido, y en
consecuencia, aumenta el carbón orgánico, Ca, Mg y el pH del suelo,
disminuyendo los niveles de Al y P (Pavan et al, 1994).
También
se puede controlar con aplicaciones al suelo de productos cúpricos más orgánicos
como los ditiocarbomatos, alternados o en mezclas, igualmente fungicidas sistémicos:
triadimefon (Bayletón) 25% PM; triadimenol (Bafidan); propiconazol (Tilt) y
granulados como Triadifon, Triadáimenol.
Es
una enfermedad de amplia distribución en todas las zonas cafetaleras que afecta
hojas, granos sobre plantas de todas las edades, con mayor incidencia en viveros
y plantaciones sin fertilizar. En plantas afectadas causa defoliación y
disminución notable y pérdida de la calidad del grano.
Control:
como prevención es obligante el uso de fertilizantes. El control a nivel de
viveros debe ser preventivo, pudiendo usar uno de los siguientes fungicidas:
Antracol, Manzate, Dithane M-45 y Zinc, en dosis de 300 g/100 l de agua. Agregar
50 cc de adherente.
Además
de los productos indicos para viveros, en plantaciones adultas pueden usarse
fungicidas cúpricos (oxicloruro de cobre) en una solución de 500 g del
producto en 100 l de agua, más 50 cc de adherente. Asimismo, fungicidas
elaborados con óxido cuproso y otros como el caldo bordelés y el caldo vicosa.
El Benlate, a razón de 60 g disueltos en 100 l de agua más 50 cc de adherente.
El
Daconil y el Difolatán se pueden usar en dosis de 500 g disueltos en 100 l de
agua, más 50 cc de adherente. Tilt al 0,1% también se puede aplicar.
Considerada
esencialmente una enfermedad de los frutos. Las lluvias son un factor
determinante de la aparición de la enfermedad, la precipitación no sólo
regula la producción y diseminación de las esporas, sino que también induce
la floración del cafeto y en consecuencia, la cosecha. Normalmente, una
plantación no puede producir dos floraciones, que coincidan con las lluvias.
Como el período entre floración y madurez del fruto dura de siete a nueve
meses, las cosechas se superponen. Esta circunstancia trae como consecuencia dos
efectos: primero, el período de susceptibilidad de las cerezas se extiende
considerablemente y segundo, la infección de una cosecha a otra constituye un
riesgo todavía mayor.
Estudios
recientes revelan, además, que aquellas
variedades de semillas con mayor contenido en cafeína pueden desarrollar una
mayor resistencia durante los primeros estadios de la germinación, y en estado
plántula, mostrando dichos cultivares un mayor desarrollo inicial y una mayor
resistencia de los hipocotilos al ataque del patógeno (Biratu et al,
1996). Los últimos trabajos sobre esta enfermedad se encaminan a la
identificación de genotipos con una gran resistencia a esta enfermedad, habiéndose
desarrollado protocolos in vitro para la obtención de los dichos genotipos.
Estos protocolos permiten identificar "in vitro" y rápidamente, genotipos
altamente resistentes o con diferentes grados de tolerancia (Nyange et al,
1995). El principal problema de estos avance reside en la variabilidad genética,
o la capacidad de mutación del patógeno, que rápidamente consigue
establecerse de nuevo en los cafetales. Dentro de un mismo cafetal podemos
encontrarnos con aislados del hongo más o menos virulentos con el cultivo, todo
lo cual nos obliga a continuar con la mejora genética para conseguir una mayor
tolerancia al patógeno (Beynon et al, 1995). Algunos de estos aislados
han resultado ser altamente resistentes a los productos usados tradicionalmente
para su control (Mwangombe, 1994).
No
obstante estos inconvenientes se han obtenido algunas variedades resistentes (Omondi,
1994).
Control:
los ensayos conducidos por la Estación Experimental Táchira nos indican
que los productos comerciales Benlate, Daconil o Difolatán, suministrados en
dosis de 60 y 500 g/100 l de agua, respectivamente, son efectivos en este tipo
de control. Se recomienda aplicar estos productos solos o combinados con fosfato
diamónico, en dosis de 2 kg por cada 100 litros. Es contraindicado usar
productos cúpricos.
Las
plantas afectadas presentan síntomas en hojas, ramas y frutos. Esta enfermedad
prospera en condiciones de alta humedad y baja temperatura, zonas nubladas,
exceso de sombra y clima templado.
Control:
regularizar la sombra, mediante entresaques y podas. El control químico
puede realizarse con oxicloruro de cobre al 50%, Dacomil dosificado en 500 g/100
l de agua. También se recomienda Urbacid diluyendo de 30 a 40 g/100 l de agua y
50 cc de adherente.
Afecta
cafetos por encima de 1.200 msnm, ubicados en zon as de alta humedad ambiental y
áreas nubladas.
Control:
para controlar esta enfermedad se usan productos como Captan (orthocide 50)
en dosis de 450 g/100 l de agua, más 50 cc de adherente; Benlate en dosis de 60
g/100 l de agua, y Difolatán en dosis de 500 g/100 l de agua.
Enfermedad
que afecta a los cafetales sembrados en zonas bajas, temperaturas altas, sombrío
denso y alta humedad permanente.
Control:
para combatir esta enfermedad se usan productos basados en oxicloruro de
cobre a 50%, en dosis de 500 g/100 l de agua y Benlate en dosis de 60 g/100 l de
agua.
Esta
enfermedad se presenta en forma aislada y es un enemigo potencial de las buenas
cosechas.
Control:
se aplica el mismo control químico que se indica para combatir la
antracnosis.
Es
una enfermedad esporádica en nuestro país, por lo cual no se considera de gran
importancia en el cultivo.
Control:
se puede controlar mediante la eliminación de parte enfermas. El control químico
se puede efectuar con oxicloruro de cobre al 50%, en dosis de 500 g/100 l de
agua y agregándole 50 cc de adherente.
Enfermedad
que frecuentemente se puede presentar en germinadores y viveros. Infecta las
plantitas en los germinadores, fosforito o chapola y puede llegar a ocasionar pérdidas
de 50, 60 y 75 por ciento.
Control:
para su control hay que proceder desinfectando los germinadores con Basamid,
dosificando 50 g/m2 y colocando arena en el fondo. Para efectuar la
siembra debe esperarse un mínimo de ocho días.
Otra
alternativa puede ser soterrando la semilla y regando 10 litros por metro
cuadrado germinado, con una solución de Dithane M-45 o Antracol. No deben
usarse productos cúpricos, porque se corre el riesgo de atrofia y
deformaciones. También afecta el crecimiento.
Esta
enfermedad fue detectada por primera vez en Venezuela, por investigadores del
FONAIAP, en el distrito Escuque, estado Trujillo, durante el año 1989, en
plantaciones de café Caturra rojo y Catuaí amarillo. Las plantaciones
infectadas presentaban manchas de color negro, distribuidas en bandas circulares
concéntricas y mostraban defoliación intensa.
Se
localiza en la parte aérea del tallo, produce amarilleo, marchitez, colapso de
las hojas y muerte del cafeto.
Control:
en el momento de podar usar pasta bordelesa (una parte de sulfato de cobre y
seis partes de cal). La pasta se puede aplicar con brocha. Otra manera de
controlar puede ser arrancando las plantas enfermas y quemarlas en el sitio,
aplicando cal en el hoyo (2 kg/m2) y posteriormente desinfectar las
herramientas.
Igualmente
se puede aplicar Brassicol, en dosis de 2 litros al 2% un mes antes de la
resiembra.
Esta
enfermedad aparece causando daño en la raíz, lugar donde aparecen manchas en
forma de puntos negros.
Control:
Cse aplica el mismo control que aparece señalado para la enfermedad
denominada llaga macana.
Esta
enfermedad es un tanto similar a la anterior, pero las manchas aparecen en forma
de estrella.
Control: se le aplica el mismo
que para el caso de la llaga macana.