Muchos
esfuerzos se han realizado en el sentido de introducir las técnicas agronómicas
que comprenden el control de malezas, plagas y enfermedades. Actualmente se
dispone de paquetes tecnológicos que permiten minimizar los efectos de estos
factores limitantes en la producción. Los efectos de las malezas son bien
conocidos por los caficultores, quienes se limitan en su mayoría a efectuar dos
paleos anuales. Con el creciente costo y escasez de la mano de obra, es
necesario buscar la alternativa más económica y la que cause el menor daño a
las condiciones ambientales.
La incidencia de plagas en el cafeto es muy variada,
las palomillas, escamas y nematodos atacan el sistema radical; los cortadores y
taladradores, el tallo y las ramas; los cortadores y chupadores, las hojas y la
broca, algunos frutos.
Estas plagas presentan muchos rangos de variación.
Por ejemplo, el minador de la hoja es más común en la época de sequía,
mientras que los cóccidos radicales lo son en la época de lluvias. La edad de
la planta tiene su influencia, las plantas jóvenes posiblemente son más
susceptibles a las escamas que las adultas. Otra relación son las características
varietales; así, los arábicos compactos son más susceptibles a las escamas,
áfidos, palomillas y nematodos, mientras que Canephora ha demostrado
cierta tolerancia a plagas del sistema radical.
La
amenaza de la broca demandará una mayor eficiencia y tecnificación de las
plantaciones, haciendo que el cultivo sea más rentable, de tal manera que
permita cubrir los gastos ocasionados por el control fitosanitario.
Dentro
del problema enfermedades, las más importantes por la severidad de las
infecciones son: la roya, cercospora, llaga negra, antracnosis, phoma, y otras
como ojo de gallo y mal de hilachas que están ligadas a las condiciones
ambientales. Recientemente fue señalada la mancha rosada.
Conviene
indicar que el uso de productos químicos en los controles fitosanitarios rompe
el equilibrio biológico del medio ambiente. Existen microorganismos e insectos
benéficos que contribuyen al control natural, procurando hacer un uso mínimo
de productos químicos.
Plagas:
insectos-plagas
Escama
verde (Coccus viridis Green); escama coma (Lepidosaphes beckii);
escama globosa (Saissetia hemisphaerica); escama algodonosa (Icerya
purchasi); chinche harinosa (Pseudococcus sp.).Control: aplicar los
siguientes productos: Lebaycid: 2 cc/l de agua; Dimecroa: 1 cc/l de agua; Basudín:
1 cc/l de agua.
(Feltia
sp.); Agrotis repleta; Laphyma frugiperda; Prodenia eridania
y P. latisfalcia.
Control:
para la preparación de cebos envenenados: mezcle 60 kg de afredo, 15 l de
agua, 1 l de insecticida y 2 kg de melaza.
Control:
use A.C. Mirex (cebo envenenado), producto listo para aplicar en dosis de 25
a 250 g por bachaquero. Se esparce por los caminos más transitados por los
bachacos.
Atacan
con preferencia las raíces de los cafetos y también las de los guamos,
cambures, crotolarias, quinchoncho y malezas. Son insectos chupadores de poca
movilidad que viven en simbiosis con las hormigas. Las palomillas pueden causar
la muerte a los cafetos.
Control:
colocar pastillas de fosfuro de aluminio, bajo nombres comerciales de Gastión
y Phostoxín. Las pastillas se introducen en orificios de 10 a 30 cm de
profundidad, según el tamaño de los cafetos y en las cercanías de las raíces
se aplican de una a cuatro pastillas.
También
se pueden aplicar los insecticidas siguientes: Lebaycid EC 2,5 cc/l de agua;
Nuvacrón 60 EC 2,5 cc/l de agua; Basudín 1 cc/l de agua, en la base de la
planta o en sus alrededores, palanqueando para favorecer la penetración del
insecticida (aplicar 2 l de solución por hoyo).
Los
productos aplicados en el platón pueden ser: Furadán (5 g/hoyo) y Temik 1026
(20 g/hoyo).
Están
diseminados en todas las zonas cafetaleras, su propagación está relacionada
con el uso de materiales infestados. Algunas especies de Meloidogyne han sido
citadas como patógenos sobre cafetales (Carneiro et al, 1996; Zhang,
1995).
Control:
en plantaciones adultas debe efectuarse el platoneo para la aplicación de
nematicidas. Las aplicaciones se hacen dos veces al año (abril-mayo), con uno
de los siguientes nematicidas: Furadán 10 G, en dosis de 5 a 15 g/hoyo y Temick
10 G, a razón de 5 a 15 g/hoyo.
Es
la larva de una mariposa pequeña que ataca la hoja en la cual hace galerías o
minas. La plaga es mucho más dañina a plena exposición solar, en zonas por
debajo de 1.000 msnm y en época de verano.
Las
continuas aplicaciones de productos cúpricos han producido condiciones
favorables para los ataques del minador.
Control:
se hacen aplicaciones de 300 l/ha, usando asperjadora de espalda, usando los
siguientes productos comerciales: Lebaycid 50% CE, de 0,8 a 1,2 l/ha; Lorban 4E.
LE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Dimethoato 40% CE, de 0,8 a 1,2 l/ha; Bidrín 50 S. LE,
de 1,0 a 1,5 l/ha; Cyolane 250 ELE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Belmark 200 cc en 300
l/ha; Decis 2,5 CE, de 200 cc en 300 l/hectárea.
Los
insecticidas granulados Furadán 5% y Temik aplicados al suelo en el platón, en
dosis de 20 a 40 g, han dado buenos resultados. Las dosis varían según la edad
de la planta.