5.1. DISEÑO DE
LA PLANTACIÓN
Los marcos de plantación van depender
del patrón utilizado y de la poda de formación, pudiendo
oscilar entre 4,50 x 4,50 a 10 x 10.
5.2. ABONADO
A
la hora de abonar hay que tener en cuenta que es esencial la
obtención de frutos gruesos, lo cual sólo se logra con
plantas jóvenes, en terreno apropiado y bien abonado. Es
frecuente la aplicación de N-P-K entre 600 y 1.000 kg/Ha.
Deben realizarse análisis foliares para evaluar la
evolución de los macro y micronutrientes más implicados en
al productividad. En algunos casos se tiende aplicar sólo
nitrógeno. Casi nunca se abonan los frutales con flores
porque tienen bajas necesidades y las cantidades de
nutrientes en el suelo suelen ser suficientes. Los aportes de
abono nitrogenado deben distribuirse de forma que se apliquen
2/3 después del aclareo de frutos y 1/3 después de la
recolección (para favorecer el desarrollo de yemas fuertes).
Se suele utilizar el nitrato amónico al 33 %. Frecuentemente
se ve afectado por deficiencias de calcio y magnesio y en
menor medida de zinc y manganeso.
5.3. RIEGO
Los
sistemas de riego tradicionales son el riego por surcos y a
manta, con volúmenes que oscilan entre 10.000 y 12.000 m3/Ha,
fundamentales para obtener calibre, sobre todo en variedades
tardías en las que lo importante es el calibre para obtener
buenos precios.
5.4. PODA
La
formación del cerezo se hace en vaso o en palmeta. Los
frutos están sobre todo en ramilletes de mayo, por lo que la
poda de fructificación deberá conservar estos ramilletes;
los ramos de madera serán reducidos y se pinzarán a
principios de primaverales brotes del año que se
desarrollen, para llevar la savia hacia la base y hacer
desarrollarse los ramilletes. Los brotes anticipados serán
pinzados desde el momento en que empiecen a desarrollarse; de
esta forma, se hará entrar al árbol en producción
rápidamente.
7.1.PLAGAS
7.1.1.
PULGONES
Constituyen
una de las plagas más corrientes en los cultivos de huerta y frutales,
causando enormes daños en las plantas que son atacadas.
Las
especies que revisten mayor gravedad en los frutales de hueso son:
-Pulgón
verde del duraznero (Myzus persicae).
-Pulgón
verde del almendro (Brachycandus amygdali).
-Pulgón
ceroso (Hyalopterus amygdali).
Descripción y daños
Se
trata de un pequeño insecto de una longitud aproximada de 1,5 a 2,5 mm, que
está provisto de un largo pico que clava en las plantas para chuparles el
jugo.
Tiene
forma redondeada y color verde o negro. Existen formas aladas y no aladas.
En la parte posterior del abdomen presentan dos tubos por los que expulsan
una sustancia cerosa que los protege.
Segregan
un líquido azucarado que atrae a las hormigas. Se encuentran en el envés
de las hojas y en los brotes tiernos, sobre los que a veces están en tal
cantidad que los recubre totalmente, secando los brotes y arrugando las
hojas, con el consiguiente perjuicio para la planta.
Ciclo biológico
Pasan
el invierno en forma de huevo ceca de la base de las yemas. La eclosión
tiene lugar en febrero-marzo, dando lugar a hembras ápteras (sin alas), que
se dirigen hacia las hojas. Estas hembras reciben el nombre de fundadoras y
originan nuevos individuos de forma partogenética (sin fecundación).
Con
el aumento de las temperaturas en verano, los pulgones emigran sobre
diversas plantas herbáceas, sobre las que continúan multiplicándose, para
volver a los frutales hacia el otoño. Aparecen entonces individuos
sexuados, realizando las hembras las puestas de los huevos de invierno.
Métodos de control
El
éxito en el control de esta plaga radica en realizar el primer tratamiento
al aparecer los primeros pulgones.
Mientras
las hojas no están todavía enrolladas pueden emplearse insecticidas de
contacto como: pirimicarb, dioxocarb, endosulfan, etc.
Cuando
aparece un elevado porcentaje de hojas enrolladas, debe recurrirse a la
aplicación de productos sistémicos tales como: acefato, etiofencarb,
metomilo, tiometon, etc.
Es
conveniente alternar materias activas en los tratamientos para evitar la
aparición de resistencias.
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