Organización de las
Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación Organización Mundial
de la Salud
ACEPTACIÓN POR LOS ESTADOS MIEMBROS DE LAS NORMAS DEL CODEX
En general se considera que la armonización de las normas alimentarias es una condición previa para proteger la salud de los consumidores, así como para facilitar en el mayor grado posible el comercio internacional. Por esa razón, los Acuerdos de la Ronda Uruguay sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (SFS) y sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) alientan la armonización internacional de las normas alimentarias.
La armonización sólo es posible cuando todos los países adoptan las mismas normas. En los Principios Generales del Codex Alimentarius se especifican los modos en que los Estados Miembros pueden «aceptar» las normas del Codex. Las formas de aceptación varían ligeramente, según se trate de una norma para productos, de una norma general o de límites para residuos de plaguicidas o de medicamentos veterinarios o para aditivos alimentarios. Sin embargo, en general las formas de aceptación propuestas son la aceptación completa, la aceptación con excepciones especificadas y la libre distribución. Las modalidades de aceptación están claramente definidas en los Principios Generales y su idoneidad es objeto de examen por el Comité del Codex sobre Principios Generales a la luz de la experiencia.
El creciente interés mundial por todas las actividades del Codex indica claramente la aceptación en todo el mundo de los conceptos del Codex, que se refieren a la armonización, la protección de los consumidores y la facilitación del comercio internacional, pero en la práctica a muchos países les resulta difícil aceptar las normas del Codex en el sentido reglamentario. Ordenamientos jurídicos y sistemas administrativos diferentes, regímenes políticos dispares y, en ocasiones, la influencia de las actitudes y conceptos nacionales acerca de los derechos soberanos obstaculizan el progreso de la armonización y desalientan la aceptación de las normas del Codex. Sin embargo, a pesar de esas dificultades el proceso de armonización está cobrando impulso gracias al firme deseo internacional de facilitar el comercio. Un creciente número de países están adaptando sus normas alimentarias nacionales, o partes de ellas (especialmente las relativas a la inocuidad), a las del Codex Alimentarius. Esto sucede en particular en el caso de los aditivos, contaminantes y residuos, es decir los elementos invisibles.
RELACIONES ENTRE LA FAO, LA OMS Y EL CODEX
La labor de la FAO y la de OMS complementa de modo significativo las actividades de la Comisión en diversos aspectos prácticos. Para adoptar las normas del Codex, los países necesitan una legislación alimentaria adecuada, así como una infraestructura técnica y administrativa con capacidad para aplicarla y velar por su cumplimiento. Durante muchos años, la FAO y la OMS han prestado asistencia a los países en desarrollo para permitirles sacar pleno provecho de la labor de la Comisión. El apoyo financiero y técnico recibido de los países indus-trializados ha facilitado considerablemente esos esfuerzos. La asistencia prestada a los países en desarrollo ha incluido las actividades siguientes:
convocatoria de reuniones de expertos, entre ellas el JECFA y la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas (JMPR), para asesorar a la Comisión del Codex Alimentarius;
establecimiento y fortalecimiento de los sistemas nacionales de control de los alimentos, incluidas la formulación y revisión de la legislación alimentaria (leyes y reglamentos) y de las normas alimentarias, de conformidad con las normas del Codex;
realización de talleres y cursos de capacitación, no sólo para transferir información, conocimientos y aptitudes relacionados con el control de alimentos, sino también para aumentar la comprensión del Codex Alimentarius y de las actividades llevadas a cabo por la Comisión;
fortalecimiento de la capacidad de análisis e inspección de alimentos de los laboratorios;
capacitación en todos los aspectos del control de los alimentos relacionados con la protección de la salud de los consumidores y la garantía de prácticas leales en la venta de alimentos;
presentación de documentos en conferencias, reuniones y simposios sobre la importancia de las actividades del Codex para el suministro de alimentos inocuos y de calidad aceptable;
orientación sobre cuestiones directamente relacionadas con las actividades del Codex, como por ejemplo evaluación de la inocuidad de los alimentos producidos mediante la aplicación de la biotecnología;
preparación y publicación de manuales y textos relativos al control de la calidad de los alimentos, en los que se formulan recomendaciones para elaborar y administrar sistemas de calidad e inocuidad de los alimentos;
contribución al establecimiento y fortalecimiento de organismos de control de los alimentos, así como a la capacitación en los conocimientos técnicos y administrativos necesarios para asegurar su funcionamiento eficaz;
preparación y publicación de manuales de capacitación sobre inspección de los alimentos y garantía de su calidad e inocuidad, especialmente en lo que respecta a la aplicación del sistema de análisis de peligros y de puntos críticos de control (HACCP) en la industria de elaboración de alimentos.