La
eliminación de malas hierbas en cacao se realiza fundamentalmente mediante
escarda química. Las plantas que salen del vivero son muy susceptibles al daño
de los herbicidas por lo que deben aplicarse con precaución. Los productos
más empleados son el diuron, el dalapon y el gesapax,
Cuando
se realicen aplicaciones de herbicidas es importante que no entren en contacto
con la planta de cacao. Por ello es común el empleo de protectores
cilíndricos de plástico que protejan a las plantas.
No
existen ensayos que especifiquen el efecto de estos herbicidas sobre los árboles
de sombra de los cacaotales, por lo que se recomienda extremar las
precauciones y no rociar cerca de los mismos.
Es una técnica que consiste en eliminar todos lo chupones y ramas
innecesarias, así como las partes enfermas y muertas del árbol. La poda
ejerce un efecto directo sobre el crecimiento y producción del cacaotero ya
que se limita la altura de los árboles y se disminuye la incidencia de plagas
y enfermedades. Hay varios tipos de poda:
4.3.1.
Poda de formación.
Se efectúa
durante el primer año de edad del árbol, y consiste en dejar un solo
tallo y observar la formación de la horqueta o verticilo, el cual debe
formarse aproximadamente entre los 10 y 16 meses de edad de la planta, con el
objeto de dejar cuatro o más ramas principales o primarias para que formen el
armazón y la futura copa del árbol. Estas ramas principales serán la futura
madera donde se formará la mayoría de las mazorcas, lo mismo que en el
tronco principal.
Cuanto más tierno sea el material podado, mejores
resultados se obtienen. En el segundo y tercer año se eligen las ramas
secundarias y así sucesivamente, hasta formar la copa del árbol. Se eliminarán
las ramas entrecruzadas muy juntas, y las que tienden a dirigirse hacia
adentro.
4.3.2.
Poda de mantenimiento.
Desde los dos o tres años
de edad los árboles deben ser sometidos a una poda ligera por medio de la
cual se mantenga el árbol en buena forma y se eliminen los chupones y las ramas muertas o
mal colocadas. El objetivo de esta poda es conservar el desarrollo y
crecimiento adecuado y balanceado de la planta del cacao.
4.3.3.
Poda fitosanitaria.
Se deben eliminar todas
las ramas defectuosas, secas, enfermas, desgarradas, torcidas, cruzadas y las
débiles que se presenten muy juntas. Debe comprender también la recolección
de frutos dañados o enfermos.
4.4.4.
Poda de rehabilitación.
Se
realiza en aquellos cacaotales antiguos que son improductivos y consiste en
regenerar estos árboles mal formados o viejos con podas parciales,
conservando las mejores ramas, o podando el tronco para estimular el
crecimiento de chupones, eligiendo el más vigoroso y mejor situado, próximo
al suelo, sobre el que se construirá un nuevo árbol. También es posible
hacer injertos en los chupones y luego dejar crecer solamente los injertos.
4.4.5.
Poda de sombra.
Se
realiza en las especies de sombra para evitar que éstas ramifiquen a baja
altura e impidan el desarrollo de las plantas de cacao. Se podan una o dos
veces al año para favorecer el manejo del cultivo. Se cortan las ramas bajas y
sobrantes de las plantas de sombra permanente. El adecuado control de la sombra
es muy importante para la obtención de buenos rendimientos del cacao, por lo
que se recomiendan porcentajes de sombreo próximos al 30 %.
El
injerto del cacao debe realizarse en patrones vigorosos y sanos obtenidos de
semilla, desarrollados en recipientes o en el campo. Los árboles más viejos
se pueden injertar, siempre que los injertos se hagan en varetas jóvenes ya
presentes o en brotes que se producen después de que las plantas han sido
podadas hasta una altura de 30 a 50 cm.
a)
Injerto por aproximación. Es demasiado laborioso y costoso en la práctica
comercial. También se emplea el injerto de astilla o enchapado y el Forkert
modificado.
b)
Injerto con yemas. Es una de las técnicas más empleadas. Las yemas se deben
tomar de aquellos brotes que se encuentren en árboles sanos y vigorosos. Las
varetas de yemas deben ser aproximadamente de la misma edad que los patrones,
pero las yemas deben ser firmes, rechonchas y listas para entrar en desarrollo
activo. El injerto en yema no debe hacerse en época de lluvias ya que se puede
favorecer el desarrollo de enfermedades fúngicas.
c)
Empleo de estacas.
En
la multiplicación de árboles por estacas o injerto de yemas se obtiene una
mayor uniformidad de la plantación, árboles más fuertes y que se pueden
podar para darles una mejor estructura, debido a que las ramas tienen más
espacio en el cual desarrollar. Se obtienen mejores rendimientos por
superficie, concentrando la producción en las zonas más próximas al suelo y
por tanto reduciendo los costos de recolección. Los inconvenientes de este
tipo de propagación son los elevados costos de obtención y de cuidado de los
árboles.
4.4.2.
Propagación por semilla.
Es
la forma más antigua y común para el establecimiento de plantaciones de cacao
pero se obtiene una gran variabilidad de árboles, por lo que no se recomienda
su utilización salvo cuando se empleen semillas de elevada calidad. En los
últimos años se han recomendado las siembras con semilla certificada, debido
al buen comportamiento de los árboles provenientes de semilla de polinización
controlada, usando clones seleccionados. Estos híbridos han mostrado una gran
precocidad en la fructificación y un desarrollo vigoroso de las plantas. La
semilla híbrida se produce polinizando en forma controlada manipulando las
flores de los clones seleccionados durante la fecundación.
Los
árboles de cacao florecen dos veces al año, siendo el principal periodo de
floración en junio y julio. en los meses de septiembre y octubre tiene lugar
una segunda floración pero más pequeña. El periodo de maduración de los
frutos oscila entre los cuatro y los seis meses, según la altura sobre el
nivel del mar y de la temperatura.
Así
la primera cosecha se concentra en los meses de octubre, noviembre y
diciembre, y la segunda durante marzo y abril.
La
recolección es una de las fases más importantes, se debe hacer la
identificación de las mazorcas maduras. Este estado se conoce por los cambios
de coloración externa, que varia dependiendo del tipo o variedad. Este cambio
de color puede ser muy ligero y se corre con el riesgo de no cosechar a tiempo
mazorcas que han alcanzado su plena madurez. Ante este importante detalle,
muchos recolectores cosechan las mazorcas que se encuentran en las partes
bajas del árbol, basados en el sonido que emiten estas cuando son golpeadas
con los dedos. El punto óptimo de recolección se produce cuando las
variedades de fruto rojo han tomado un color anaranjado-bermellón y los de
fruta amarilla un color amarillo-verdoso.
La
recolección puede ser semanal o algo más repartida según la disponibilidad
de mano de obra. La recogida de los frutos se realiza manualmente mediante un
cuchillo curvado unido a un palo que permite al operario recolectar los frutos
de las ramas superiores. En la recolección del cacao es común aplicar un
desinfectante en el extremo del pedicelo del fruto tras su recolección para
la evitar la transmisión mecánica de enfermedades a través de las
herramientas de trabajo que puedan estar contaminadas.
Los
frutos defectuosos, enfermos o agusanados se destruyen directamente en el
campo y se entierran. Los mazorcas sanas se abren en el campo para extraer las
semillas y trasladarlas al centro de procesado.
Las
variedades de cacao dulce se plantan de 3,5 a 4,5 m de distancia. Las variedades
de cacao amargo y los híbridos, al ser más vigorosos, generalmente se plantan
a una distancia de 5 a 6 m. La tendencia actual de las nuevas plantaciones es
colocar todas las variedades a intervalos de 3,5 hasta 3,75 m.
Los
marcos seguidos normalmente son cuadrangulares de 3,6 x 3,6 m, aunque existen
sistemas rectangulares, triangulares y hexagonales o en contorno. Se
recomienda colocar las plantas a la mitad de las separaciones normales para luego
realizar un aclareo gradual de la plantación en función de la producción
buscada y de las marras que puedan aparecer. Las marras se pueden sustituir por
injertos de parentesco selecto.