Origen:
Trópicos húmedos de América, noroeste de América del Sur, zona amazónica.
Planta:
Árbol de tamaño mediano (5-8 m) aunque puede alcanzar alturas de hasta 20 m
cuando crece libremente bajo sombra intensa. Su corona es densa, redondeada y
con un diámetro de 7 a 9 m. Tronco recto que se puede desarrollar en formas
muy variadas, según las condiciones ambientales.
Sistema
radicular:
Raíz principal pivotante y tiene muchas secundarias, la mayoría de las
cuales se encuentran en los primeros 30 cm de suelo.
Hojas:.Simples, enteras y
de color verde bastante variable (color café claro, morado o rojizo, verde
pálido) y de pecíolo corto.
Flores:
Son pequeñas y se producen, al igual que los frutos, en racimos pequeños
sobre el tejido maduro mayor de un año del tronco y de las ramas, alrededor
en los sitios donde antes hubo hojas. Las flores son pequeñas, se abren
durante las tardes y pueden ser fecundadas durante todo el día siguiente. El
cáliz es de color rosa con segmentos puntiagudos; la corola es de color
blancuzco, amarillo o rosa. Los pétalos son largos. La polinización es
entomófila destacando una mosquita del género Forcipomya.
Fruto:
De tamaño, color y formas variables, pero generalmente tienen forma de baya,
de 30 cm de largo y 10 cm de diámetro, siendo lisos o acostillados, de forma
elíptica y de color rojo, amarillo, morado o café. La pared del fruto es
gruesa, dura o suave y de consistencia como de cuero. Los frutos se dividen
interiormente en cinco celdas. La pulpa es blanca, rosada o café, de sabor
ácido a dulce y aromática. El contenido de semillas por baya es de 20 a 40 y
son planas o redondeadas, de color blanco, café o morado, de sabor dulce o
amargo.
Los factores climáticos críticos para
el desarrollo del cacao son la temperatura y la lluvia. A estos se le unen el
viento y la luz o radiación solar. El cacao es una planta que se desarrolla
bajo sombra. La humedad relativa también es importante ya que puede
contribuir a la propagación de algunas enfermedades del fruto. Estas
exigencias climáticas han hecho que el cultivo de cacao se concentre en las
tierras bajas tropicales.
2.1.1.
Temperatura.
El
cacao no soporta temperaturas bajas, siendo su limite medio anual de temperatura
los 21 ºC ya que es difícil cultivar cacao satisfactoriamente con una
temperatura más baja. Las temperaturas extremas muy altas pueden provocar
alteraciones fisiológicas en el árbol por lo que es un cultivo que debe
estar bajo sombra para que los rayos solares no incidan directamente y se
incremente la temperatura.
La
temperatura determina la formación de flores. Cuando ésta es menor de 21 ºC
la floración es menor que a 25 ºC, donde la floración es normal y
abundante. Esto provoca que en determinadas zonas la producción de mazorcas
sea estacional y durante algunas semanas no haya cosecha, cuando las
temperaturas sean inferiores a 22 ºC.
2.1.2.
Agua.
El
cacao es una planta sensible a la escasez de agua pero también al
encharcamiento por lo que se precisarán de suelos provistos de un buen
drenaje. Un anegamiento o estancamiento puede provocar la asfixia de las
raíces y su muerte en muy poco tiempo.
Las
necesidades de agua oscilan entre 1500 y 2500 mm en las zonas bajas más
cálidas y entre 1200 y 1500 mm en las zonas más frescas o los valles altos.
2.1.3.
Viento.
Vientos
continuos pueden provocar un desecamiento, muerte y caída de las hojas. Por
ello en las zonas costeras es preciso el empleo de cortavientos para que el
cacao no sufra daños. Los cortavientos suelen estar formados por distintas
especies arbóreas (frutales o madereras) que se disponen alrededor de los
árboles de cacao.
2.1.4.
Sombreamiento.
El
cacao es un cultivo típicamente umbrófilo. El objetivo del sombreamiento al
inicio de la plantación es reducir la cantidad de radiación que llega al
cultivo para reducir la actividad de la planta y proteger al cultivo de los
vientos que la puedan perjudicar. Cuando el cultivo se halla establecido se
podrá reducir el porcentaje de sombreo hasta un 25 o 30 %. La luminosidad
deberá estar comprendida más o menos al 50 % durante los primeros 4 años de
vida de las plantas, para que estas alcancen un buen desarrollo y limiten el
crecimiento de las malas hierbas.
Para
el sombreo del cultivo se emplean las llamadas especies para sombra, que
generalmente son otros árboles frutales intercalados en el cultivo con marcos
de plantación regulares. Las especies más empleadas son las musáceas
(plátano, topochos y cambures) para sombras temporales y de leguminosas como
el poró o bucare (Eritrina sp.) y las guabas (Ingas) para
sombras permanentes. En nuevas plantaciones de cacao se están empezando a
emplear otras especies de sombreo que otorgan un mayor beneficio económico
como son especies maderables (laurel, cedro, cenízaro y terminalia) y/o
frutales (cítricos, palta, zapote, árbol del pan, palmera datilera,
etc.).
El
cacao requiere suelos muy ricos en materia orgánica, profundos, franco
arcillosos, con buen drenaje y topografía regular. El factor limitante del
suelo en el desarrollo del cacao es la delgada capa húmica. Esta capa se
degrada muy rápidamente cuando la superficie del suelo queda expuesta al sol,
al viento y a la lluvia directa. Por ello es común el empleo de plantas
leguminosas auxiliares que proporcionen la sombra necesaria y sean una fuente
constante de sustancias nitrogenadas para el cultivo.
Las
plantaciones están localizadas en suelos que varían desde arcillas pesadas
muy erosionadas hasta arenas volcánicas recién formadas y limos, con pH que
oscilan entre 4,0 y 7,0. Se puede decir que el cacao es una planta que prospera en una amplia diversidad de tipos de suelo.
Originario
de las Américas es la raza más cultivada en las regiones cacaoteras de África
y Brasil. Se caracteriza por sus frutos de cáscara dura y leñosa, de
superficie relativamente tersa y de granos aplanados de color morado y sabor
amargo. Dentro de esta raza destacan distintas variedades como Cundeamor,
Amelonado, sambito, Calabacillo y Angoleta.
b)
Criollo, híbridos o cacao dulce.
Actualmente
están sustituyendo a las plantaciones antiguas de Forasteros debido a su mayor
adaptabilidad a distintas condiciones ambientales y por sus frutos de mayor
calidad. Se caracterizan por sus frutos de cáscara suave y semillas redondas,
de color blanco a violeta, dulces y de sabor agradable. La superficie del fruto
posee diez surcos longitudinales marcados, cinco de los cuales son más
profundos que los que alternan con ellos. Los lomos son prominentes, verrugosos
e irregulares.
El
suelo es el medio fundamental en el desarrollo de cacaotales. Se debe proteger
contra los rayos directos del sol ya que éstos degradan rápidamente la capa
de humus que puedan contener. Por ello se recomienda un adecuado sombreo y el
mantenimiento de la hojarasca, no practicar labores profundas y cortar las
malas hierbas lo más bajo posible. La hojarasca y el sombreo ayudan a
mantener la humedad necesaria durante los meses de sequía.
El
cacao es una planta muy sensible a terrenos encharcados por lo que se
recomienda el empleo de drenajes adecuados que impidan el anegamiento. Se
recomienda la construcción de canales que recolecten y conduzcan el exceso de
agua de lluvia para evitar que ésta elimine la hojarasca y el horizonte
húmico del suelo.