7.1.6.
HOPLOCAMPA DEL CIRUELO Y EL PERAL
Descripción
y daños
Se
asemeja a una pequeña avispa de cuatro alas, que aparece desde mediados de
marzo a principios de abril. La fecha de salida de los insectos se produce
en la misma época cada año, dependiendo de la importancia de los daños de
la fecha de floración de las variedades. Los adultos se alimentan del polen
y del néctar.
Las
hembras, con su taladro, depositan un huevo en el tejido del cáliz, en la
base de los sépalos. La hoplocampa de las ciruelas deposita sus huevos
sobre las flores abiertas, mientras que la hoplocampa de las peras pone los
suyos sobre el botón floral. Las larvas nacen 10 días después de la
puesta. Se meten en el corazón del fruto y devoran el centro. Dos peras son
necesarias para el desarrollo de una larva, y a veces tres.
Los
frutos, atacados en pleno corazón y perforados con un agujero como el de un
sacabocados, caen cuando tiene el grosor de un arveja. La larva desprende
un olor característico a chinche.
Métodos
de control
Se
obtienen buenos resultados siguiendo las siguientes normas:
-Tratara
la caída de los pétalos en el peral y al principio de la floración en el
ciruelo.
-Mojar
abundantemente las flores.
-Utilizar
máquinas de fuerte presión: 20-30 atmósferas.
-Entre
los insecticidas más adecuados, pueden usarse: metilazinfos, formotion,
fosalone, triclorfon.
7.1.7.
COHINILLA PERNICIOSA O PIOJO DE SAN JOSÉ
Está
extendida por todo el litoral mediterráneo. Ataca a toda especie de árboles
frutales, tanto de pepita como de hueso, y también a numerosas plantas
ornamentales, arbustivas o arbóreas.
Descripción
y ciclo de vida
Generalmente
inverna en su segunda edad. Al llegar la primavera reanuda su actividad y
crecimiento y alcanza el estado adulto después de sufrir varias mudas. Alo
largo del años se suceden tres generaciones, no bien definidas por
prolongarse los nacimientos durante cierto tiempo; por ello se encuentran a
la vez cochinillas de diversas edades.
Los
machos, más precoces que las hembras, al llegar al estado de insecto
perfecto, abandonan su escudo y salen al exterior en busca de aquéllas y
mueren poco después de efectuada la fecundación.
Las
larvas recién nacidas vagan durante algún tiempo por la planta en busca de
sitio donde fijar su pico chupador; si encuentran lugar libre en los
alrededores del escudo materno, se quedan allí; en caso contrario, se
alejan más o menos hasta hallar un punto conveniente. En el sitio donde
clavan su pico chupador permanecen durante el resto de su desarrollo y hasta
su muerte, sise trata de hembras.
El
período de vida libre es breve, y las larvitas que no logran encontrar en
un plazo de pocas horas un espacio propicio para fijarse, perecen; las que
lo consiguen comienzan a chupar la savia del árbol.
Difusión
La
difusión del insecto a distancia tiene lugar mediante plantones, injertos o
estaquillas procedentes de árboles contaminados. Deben realizarse
inspecciones en los árboles de vivero, realizándose los tratamientos
fitosanitarios necesarios para evitar la propagación de la plaga a nuevas
plantaciones.
En
los focos de contagio, la diseminación natural se manifiesta extendiéndose
como manchas de aceite alrededor de los primeros árboles atacados y más o
menos rápidamente según las condiciones locales de clima y cultivo,
densidad de plantación, etc. El contagio se produce por las larvas de
primera edad que, llevadas por las aves o arrastradas por el viento, pueden
pasar de un árbol a otro.
Métodos
de control
Para
poder combatir eficazmente esta plaga es fundamental llevar a cabo los
tratamientos de invierno, época en que pueden aplicarse insecticidas enérgicos
sin causar daño a los árboles, por estar en ese momento desprovistos de
hojas.
Como
insecticidas se emplean las emulsiones de aceites amarillos conteniendo 2,5
% o bien 5 % de DNOC. Las dosis pueden ser del 3,5 % para perales y
manzanos, y del 3 % como máximo para frutales de hueso.
La
pulverización ha de hacerse al final del invierno, pero antes de que las
yemas comiencen a hincharse.
Pueden
emplearse, asimismo, diversos oleofosforados (aceite-etion, aceite-diazinon,
aceite-paration) hasta estados fenológicos C-D (botón rosa-botón blanco).
Los polisulfuros bario pueden combinarse con los oleofosforados.
Entre
un tratamiento con aceite y otro con polisulfuros debe transcurrir un mínimo
de 25 días de intervalo. En caso contrario, pueden producirse
fitotoxicidades.
El
metidation aplicado hasta el desborre, también proporciona resultados
excelentes, aunque solo puede aplicarse en los frutales de pepita, ya que en
los de hueso, en vegetación, resulta fitotóxico.
Los
tratamientos complementarios, a lo largo del año, deben efectuarse al
aparecer las larvas, ya que al no estar protegidas por ningún caparazón,
resultan muy vulnerables.
Las
fechas más frecuentes de aparición de larvas son:
-Primera
generación: mayo.
-Segunda
generación: julio-agosto.
-Tercera
generación: septiembre-octubre.
Entre
los productos más adecuados a emplear en estas fechas, se encuentran:
metil-azinfos, fenitrotion, fentoato, paration, etc.