I.-BREVE
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA.
Existen dos hipótesis
sobre el origen del olivo, una que postula que proviene de las costas de
Siria, Líbano e Israel y otra que considera que lo considera originario de
Asia menor. La llegada a Europa probablemente tuvo lugar de mano de los
Fenicios, en transito por Chipre, Creta, e Islas del Mar Egeo, pasando a
Grecia y más tarde a Italia. Los primeros indicios de la presencia del olivo
en las costas mediterráneas españolas coinciden con el dominio romano,
aunque fueron posteriormente los árabes los que impulsaron su cultivo en
Andalucía, convirtiendo a España en el primer país productor de aceite de
oliva a nivel mundial.
La introducción en Perú
y Méjico tuvo lugar alrededor de 1560 y en California en 1769. Actualmente el
cultivo del olivar se extiende por todos los países cuyo clima lo permite.
El aceite obtenido de sus
frutos, que etimológicamente proviene de la palabra árabe "az-zait", que
quiere decir el jugo de la oliva, ha servido durante siglos como alimento,
materia prima para alumbrado, ungüento medicinal y líquido revitalizador del
organismo humano.
El presente del olivar es
excepcional debido a su gran demanda y alta rentabilidad, gracias a la exitosa
campaña alimentaria que resalta las propiedades terapéuticas y nutritivas.
Presenta un futuro alentador y una superficie de cultivo creciente. España e
Italia son los principales productores a nivel mundial, seguidos de Grecia,
Turquía y Túnez. En España la región olivarera por excelencia es Andalucía
II.-EL
CULTIVO DEL OLIVO
1.-MORFOLOGÍA
Y TAXONOMÍA
Familia:
Oleaceae.
Nombre
científico:
Olea europaea.
Origen:
Eminentemente mediterráneo.
Planta:
Árbol Perennifolio que puede alcanzar alturas considerables, aunque se
prefiere en formas bajas. La base del tronco se denomina peana.
Sistema
radicular:
Raíz pivotante que se ramifica mucho.
Hojas:
Lanceoladas, decusadas y coriáceas.
Flores:
Perfectas (masculinas con distintos grados de desarrollo del pistilo). Especie
andromonóica, lo cual es un carácter varietal y nutritivo (el factor
limitante es el agua). Flores gamopétalas con cuatro pétalos blancos y dos
anteras, dispuestas en inflorescencias que salen de las axilas de las hojas de
los ramos fructíferos (ramos de un año de edad). Ovario con cuatro óvulos y
estilo muy corto. En las semanas posteriores a la floración tiene lugar la caída
de flores y pequeños frutos, de forma que el cuajado es del 1-2%.
Fruto:
Drupa de color vinoso negro al madurar y alto contenido energético-.
Polinización:
Especie anemófila y parcialmente autocompatible. Es recomendable la
polinización cruzada y la colocación de polinizadores, aunque las
plantaciones monovarietales son la norma.
2.-
REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS.
Especie muy rústica,
de fácil cultivo, por lo que se ha instalado en terrenos marginales. No
tolera temperaturas menores de -10°C. No presenta problemas de heladas, con
excepción de las variedades muy tempranas, en las que el fruto se ve muy dañado.
Escasos requerimientos de horas frío y elevados de calor (entre la brotación
y la floración transcurren 3-4 meses y de la floración hasta la recolección,
6-7 meses). Los agentes meteorológicos m'as graves son los vientos secos y
las temperaturas elevadas durante la floración, de forma que se produce el
aborto ovárico generalizado, resintiéndose seriamente la producción. Es muy
resistente a la sequía, aunque el óptimo de precipitaciones se sitúa
entorno a los 650 mm bien repartidos. En casos de extrema sequía se induce la
producción de flores masculinas.
Es resistente a
los suelos calizos, aunque existen diferencias de carácter varietal (Hojiblanca
se comporta muy bien). Es muy tolerante a la salinidad.
Es una planta
ávida de luz, de forma que una deficiencia de ésta reduce la formación de
flores o induce que éstas no sean viables, debido a la insuficiencia de
asimilados en la axila de las hojas.
3.-
PROPAGACIÓN.-
Tradicionalmente,
la propagación se realizaba mediante grandes estacas (0.5-1.2 m) directamente
implantadas en el terreno. La capacidad de enrraizamiento y brotación de
dichas estacas está relacionada con la edad, seleccionando las estacas viejas
de mayor vigor. Este sistema presenta una serie de inconvenientes: el gran
tamaño de las estacas con la consiguiente dificultad para transportarlas, su
escasez y los problemas de mezcla de material.
A partir de los
años 50, aparece el estaquillado semileñoso, que soluciona los problemas
anteriores: se utilizan estaquillas de un año fáciles de manejar y en mejor
estado sanitario, que pueden ser recolectadas a lo largo de todo el año. Las
estaquillas de 12-15 cm. de longitud y con dos pares de hojas, se sumergen en
IBA (ácido indolbutílico) a 3000 ppm., con objeto de favorecer la capacidad
de enrraizamiento. Posteriormente se colocan en cámaras de nebulización
sobre medio inerte (perlita), con calor de fondo (25°C) y alineadas. Entorno
a los 45 días (según variedad y condiciones de temperatura), aparecen los
primordios radicales, momento a partir del cual se pueden trasladar a macetas
en umbráculo que permita adoptar la planta a una atmósfera más agresiva.
Este sistema permite la entrada en producción un año antes y facilita la
formación del árbol.
4.-
MATERIAL VEGETAL.-
4.1.-
PATRONES.-
El uso de
patrones está limitado a variedades de difícil enrraizamiento, empleando
el injerto de chapa. Antiguamente se utilizaba como patrón el acebuche,
pero presenta problemas de homogeneidad en el habito de crecimiento por
provenir de semillas.
4.2.-
VARIEDADES.-
Existen
numerosas variedades locales y muy antiguas que se han sido trasladadas a
distintos ámbitos geográficos. Pueden clasificarse en dos grupos:
variedades de mesa y variedades para aceite.
Entre las
principales variedades de mesa destacan:
Manzanilla
Sevilla. Distribuida en todo el mundo; muy productiva; buena relación
pulpa / hueso y sin adherencia.
Gordal
Sevillana. De frutos muy grandes y de pobre calidad.
Las
variedades de aceite más empleadas son:
Picual.
Extraordinaria por su rendimiento graso, su rápida entrada en producción y
su fácil mecanización durante la recolección; aceite muy estable; planta
muy susceptible a Verticillium.
Arbequina.
Muy buen rendimiento graso y muy buena calidad de aceite; presenta el
inconveniente de los frutos muy pequeños y ramos que transmiten muy mal la
vibración durante la recolección; porte arbustivo que permite mayores
densidades de plantación.
Hojiblanca.
Variedad de doble aptitud, aunque mediocre en los dos casos; como variedad
de mesa se conoce con el nombre de perlas del Guadalquivir; alta tolerancia
a suelos calizos; fruto de tamaño aceptable.
Picudo.
Variedad que vegeta muy bien y produce un aceite de excelente calidad, pero
es muy sensible al "Repilo". Presenta un fruto grande que termina en un
pezón que le hace merecedor de su nombre, y que se dispone de forma asimétrica.
También se caracteriza por la aparición de hojas bífidas u hojas dobles,
aunque de forma general son ovaladas y de gran tamaño.
Cornicabra
o cornezuelo. Del fruto, muy alargado y asimétrico, se obtiene un
elevado rendimiento graso con muy buena calidad de aceite, pero tiene muy
mal comportamiento frente a las principales plagas y enfermedades.