1.Taxonomía y
morfología.
La remolacha
(Beta vulgaris) es una planta de la familia de las
Quenopodiáceas.
Las
producciones de remolacha en España fluctúan mucho, en
regadío entre 40.000 y 90.000 kg/ha, y en secano entre
15.000 y 50.000 kg/ha.
El consumo de
azúcar en España es aproximadamente de 1.000.000 tm. Las
cuatro grandes zonas de cultivo de la remolacha son:
*Zona Norte,
que comprende la zona del Duero y la del Ebro. La zona del
Duero ocupa la región de Castilla-León, donde tiene una
superficie de unas 90.000 ha. Siembre de Primavera.
*La zona del
Ebro es una zona en regresión en cuanto al cultivo de
remolacha. Se siembran sólo 5.000 ha. La siembra también es
de primavera.
*Zona Centro,
en la región Castilla-La Mancha en la cuenca del Guadiana.
Se siembran unas 10.000 ha. La siembra es de primavera.
*Zona Sur:
que ocupa Andalucía y Badajoz. Se siembran en ella unas
75.000 ha, aproximadamente la mitad en secano y la otra mitad
en regadío. El secano, sobre todo, en la provincia de Cádiz
y sur de la provincia de Sevilla. Tanto en secano como en
regadío, se siembra en otoño.
En España,
la remolacha se introdujo en 1878 en la Vega de Granada. Casi
simultáneamente se inició también en la provincia de
Córdoba, surgiendo la primera fábrica de remolacha en
España en Alcolea (Córdoba), propiedad de la azucarera
Santa Isabel.
La pérdida
de Cuba, veinte años después, fue causa del gran impulso al
cultivo de la remolacha en regadío.
La remolacha
es una planta bianual. Durante el primer año forma su raíz
y constituye las reservas. En el curso del segundo año
aparecen sus flores agrupadas en espigas en la extremidad de
los tallos. Lo que corrientemente se conoce como semilla es
en realidad un glomérulo, es decir, la reunión de varios
frutos, en general en número de 2 a 4, recubiertos de una
envoltura leñosa poco permeable al agua.
La flor es
hermafrodita. En ella existen órganos femeninos y
masculinos, pero la fecundación es generalmente cruzada
porque sus órganos femeninos y masculinos maduran en épocas
diferentes. Es claro que este hecho es de la mayor
importancia, porque al ser muy fácil la hibridación natural
hace difícil la selección genealógica y el mantenimiento
de la pureza varietal, ya que para obtener ésta es necesario
un aislamiento grande de los cultivos productores de semilla.
1.1.Factores
que actúan sobre la formación del azúcar.
La actividad
fotosintética de la hoja está determinada por la condición
de la planta y por el medio donde ésta vive.
Entre las
condiciones que dependen de la planta están: el contenido en
clorofila, superficie de las hojas, longitud del peciolo,
edad de las hojas, ya que las externas pierden poco a poco su
actividad por envejecimiento, etc. Además, hay otros
factores internos de la planta, como el estado sanitario, el
equilibrio de los elementos fertilizantes que necesita la
remolacha, labores adecuadas, etc.
Hay otros
factores externos que regulan la actividad fotosintética de
la planta, y que están relacionados con el clima de cada
zona, como son la luz, el calor, la humedad, la
concentración de anhídrido carbónico de la atmósfera,
etc.
El grado de
temperatura óptimo se halla sobre los 22 ºC. A partir de
temperaturas medias de 25 ºC, la asimilación de la planta
desciende, y puede cesar sobre los 35 ºC. De ahí que haya
una paralización estival en la vegetación de la remolacha
en nuestro país, y en la remolacha de secano en Andalucía
hay un momento en que cesa la formación de azúcar, y si la
riqueza aumenta sólo se debe a la concentración de los
jugos de la planta.
En los
países de temperaturas suaves y largas horas de iluminación
la función de asimilación de la planta supera a su función
respiratoria. En cambio, cuando la duración del día
disminuye y la temperatura aumenta, la asimilación de
alimentos se reduce y con el aumento de la temperatura la
función respiratoria se activa con destrucción de los
alimentos ya producidos. Los remolacheros del Duero saben que
en sus tierras es en otoño cuando más hace la remolacha.
Aunque la
finalidad del cultivo de la remolacha es extraer el azúcar
de la raíz, se obtienen subproductos de gran importancia de
la fabricación del azúcar, tales como las melazas y pulpas.
Finalmente, las hojas y los cuellos de la remolacha que
resultan del deshojado constituyen un buen alimento para el
ganado.
Las
remolachas azucareras contienen de un 13 a un 22% de azúcar.
Las riquezas más altas se obtienen en los secanos del Sur,
de la remolacha de siembra en otoño.
La melaza,
que es un subproducto de la fabricación, contiene alrededor
de la mitad de su peso en azúcar. De melaza se obtienen un
5% aproximadamente del peso de la raíz. La melaza sirve para
producir alcohol y también para preparar levaduras de
panificación.
La pulpa, que
es el residuo que queda de las rodajas cortadas después de
la extracción del azúcar, es un alimento muy rico en agua
(95%), pero luego son prensadas y desecadas, forma en la que
se vende al agricultor.
Los ganaderos
de vacuno de leche son los principales consumidores de pulpa
de remolacha, ya que ésta representa un lactógeno de
primera calidad
La riqueza en
azúcar de la raíz varía mucho según zonas: es pobre en
azúcar el cuello, rica la parte central y disminuye en
riqueza hacia el extremo, aunque éste es más rico que el
cuello. Como se sabe, el azúcar de la remolacha es la
sacarosa.
2.Exigencas del cultivo.
Las
necesidades de agua de la remolacha son considerables. La
superficie foliar de la remolacha puede considerarse como una
de las más desarrolladas entre los diferentes cultivos. Como
la transpiración se realiza a través de las hojas, la
planta expulsa cantidades muy importantes de agua que debe
tomar previamente del suelo. Se estima que para producir 40
toneladas de raíz el cultivo puede evaporar 7.000 metros
cúbicos de agua por ha, lo que equivale al agua caída en
una lluvia de 700 l/m2.
Como en la
mayor parte de las zonas de España donde se cultiva
remolacha la lluvia es inferior a 500 mm, es claro que la
remolacha, en la mayor parte de los casos, sólo se cultiva
en regadío.
En el cultivo
de la remolacha es muy importante la intensidad de
iluminación, que permite el buen ejercicio de la función
clorofílica y condiciona la importancia de la elaboración
del azúcar.
La remolacha
requiere suelos francos, que no ofrezcan resistencia al
crecimiento de la raíz. En secano es condición
indispensable que los suelos tengan suficiente capacidad de
retención de agua, por lo que, en el caso de esta modalidad
de cultivo, necesariamente han de ser arcillosos, o también
arcillo-calizos, que son menos frecuentes que los que tiene
mucha arcilla y poca cal y, sin embargo, tienen gran
capacidad de retención de humedad.
Se admite
generalmente que la remolacha se beneficia de un suelo cuya
reacción sea vecina de la neutralidad (pH comprendido entre
6,5 y 7,5). No obstante, se ha comprobado que la remolacha se
desarrolla bien en los suelos con un pH comprendido entre 8 y
8,5. Ya en tierras muy calizas son de temer trastornos en la
absorción del hierro, del manganeso y, sobre todo, del boro.
La remolacha
es propia de terrenos salinos, e incluso le favorece la
aportación de sodio, que absorbe en abundancia. En algunas
localidades de Inglaterra han llegado a aplicarse en
cobertera algunas aportaciones de cloruro sódico. Estas
aportaciones tienden a suministrar Na a la planta, pero
también a que el Na sustituya en parte al K en la
elaboración del azúcar, ya que el cloruro sódico es más
barato que el cloruro potásico.
De todas
formas, la aportación de sal común a las tierras arcillosas
es peligroso porque empeora las condiciones físicas del
suelo y favorece la formación de costra.
Como norma
general hay que decir que no es conveniente repetir el
cultivo de remolacha sobre remolacha para disminuir los
problemas de plagas y enfermedades, y también para evitar el
desarrollo de malas hierbas, que sean mal controladas con los
herbicidas que se suelen emplear en la remolacha.
|
SIGUIENTE PÁGINA |