4.1.
PREPARACION DEL SUELO
La
preparación del terreno depende de la topografía y de la vegetación
existente. Si el terreno es plano y ha sido cultivado previamente, no necesita
preparación, sólo se marca y se hacen hoyos con 60 cm de diámetro y 50 a 60
cm de profundidad. Si es plano pero tiene malas hierbas, debe aplicar
previamente algún herbicida y posteriormente arar y rastrear. Posteriormente
se hace el marcaje que puede ser un cuadro real, tresbolillo y otros.
Es
conveniente construir zanjas siguiendo las curvas de nivel para la protección
del suelo. También se puede hacer el marcaje para siembra en curvas de nivel
para aprovechar las líneas como obras de conservación de suelos.
4.2.
ELIMINACIÓN DE MALAS HIERBAS
Cuando
se realiza el control de malas hierbas, debe evitarse el empleo de
herramientas cortantes cerca de la base de los árboles, para no provocar
heridas que pueden ser la entrada para el hongo causante de la marchitez del
palta Phytophthora cinnamomi.
No es
recomendable mantener el suelo desnudo, ya que en estas condiciones está
sujeto a la erosión; es mejor tener un cultivo de cobertura de plantas
leguminosas entre los árboles, que por su aporte de nitrógeno resultan las
mejores, en muchos casos se utilizan cubiertas de gramíneas de fácil manejo
y poco crecimiento.
El
manejo del acolchado de gramíneas puede hacerse con cortadora rotativa antes
que las malas hierbas de la cobertura entren en floración. Cuando la
cobertura de gramíneas se infesta de malas hierbas es conveniente usar
herbicidas en aplicaciones localizadas hacia éstas.
Lo más
recomendable es usar los herbicidas cuando las malas hierbas rebrotan después
de acolchar. Si tiene lugar la aparición de malas hierbas pertenecientes a
las gramíneas, es conveniente aplicar un buen herbicida graminicida como el
dalapon en dosis de 1,5 kg pc.Ha-1 dirigido a la maleza.
Para
especies de hoja ancha y ciperáceas se puede usar 2-4 D en su formulación de
sal, en dosis de 0,5 kg.Ha-1. Para malezas de difícil erradicación,
se utiliza glifosato.
Cuando
el acochado es de leguminosas y está infestada de gramíneas, se puede
utilizar el herbicida fluazifop-butil (0,5 kg.Ha-1).
4.3.
PODA
El árbol
de palta no requiere poda de formación. En los primeros tres años de
desarrollo, los árboles de palta requieren poca atención en cuando a
poda, pero luego se debe procurar mantenerlo bien formado, de manera que las
labores culturales y la cosecha se faciliten.
Se deben
podar las ramas de crecimiento vertical con altura excesiva, las ramas bajas o
pegadas al suelo y los tallos débiles y enfermos.
4.4.
PROPAGACIÓN
El
palta se puede propagar por semilla o por injerto.
La
propagación por semilla no es recomendable para plantaciones comerciales
debido a la gran variabilidad que ocurre en producción y calidad de fruto.
La
propagación por injerto es el método más apropiado para reproducir las
variedades seleccionadas para cultivo comercial, ya que los árboles
injertados son uniformes en cuanto a la calidad, forma y tamaño de la fruta.
Las
semillas deben provenir de frutas sanas, de buen tamaño, cosechadas
directamente del árbol. Su viabilidad dura hasta tres semanas después de
extraída de la fruta. Es recomendable cortar la parte angosta de la semilla,
en un tramo de una cuarta parte del largo total, para ayudar así a la salida
del brote y para hacer una primera selección, ya que el corte permite
eliminar las semillas que no presenten el color natural blanco amarillento,
debido a podredumbre, lesiones o cualquier otro daño. Inmediatamente después
de cortadas, se siembran en el semillero previamente preparado colocándolas
sobre el extremo ancho y plano de modo que la parte cortada quede hacia
arriba. Las semillas empiezan a brotar aproximadamente treinta días después
de sembradas. Generalmente las plantas están listas para ser trasplantadas al
vivero, a los treinta días después de la germinación.
Injerto
La
operación puede realizarse en el vivero o en el sitio definitivo de plantación;
sin embargo, lo recomendable es hacerla en el vivero.
El
injerto se realiza cuando el tallo de la planta patrón tiene 1 cm de diámetro
(aproximadamente 6 meses después de la siembra) y a 10 cm de la base. Debe
realizarse en un lugar fresco y aireado para lograr una buena unión vascular
entre el patrón y el injerto.
El método
más difundido para injertar el palta es el de unión lateral aunque también
da buenos resultados el injerto de púa terminal; sin embargo, también se
practican otros como el injerto de escudete y el de hendidura, pero con menor
éxito.
Las púas
a injertar deberán provenir de árboles seleccionados y representativos de la
variedad escogida, con buen vigor, sin enfermedades, de buena producción y
calidad. Es conveniente que las púas tengan diferentes grosores para contar
con material adaptable a los diferentes diámetros de los patrones.
El
injerto de unión lateral se realiza aproximadamente a los 20 cm de altura del
patrón.
Una vez
que el injerto ha pegado, entre los veintidós y treinta días después de
realizado, se empieza a eliminar la parte superior del patrón. Esto se va
haciendo paulatinamente hasta llegar al injerto. El corte debe ser hecho a
bisel y cubierto con una pasta funguicida a base de cobre.
Cuando
el injerto tiene entre 20 y 25 cm de alto se puede trasplantar al campo
definitivo, siempre y cuando el corte haya sido cubierto por el callo del
injerto.
4.5.
RECOLECCIÓN
Normalmente, la primera cosecha
comercial ocurre a los cinco años en árboles injertados y la cantidad de
frutos producidos depende de la variedad y la atención que haya recibido la
planta en su desarrollo. A los cinco años, generalmente se cosechan cincuenta
frutos; a los seis años, ciento cincuenta frutos; a los siete años,
trescientos frutos y ochocientos a los ocho años.
Algunas variedades como Hass,
Fuerte y otras de fruto pequeño, pueden producir entre 1.000 y 1.500 frutos a
los diez años.
Las variedades de bajura
empiezan a producir entre abril y agosto, las de alturas medias entre junio y
septiembre y las de altura entre septiembre a abril.
El grado óptimo de madurez del
fruto para realizar la recolección, es difícil de determinar por la
diversidad de variedades y ambientes, por las variaciones en la duración de
período de floración a cosecha y por las diferencias en el contenido de
aceites que se van acumulando durante la maduración del fruto.
El criterio de madurez que ha
prevalecido ha sido el basado en el contenido de grasa en el fruto.
La recolección se hace a mano
utilizando escalera, se corte el pedúnculo por encima de la inserción con el
fruto.
Dado que el fruto del palta
tiene una actividad respiratoria muy intensa después de recolectado, su
almacenamiento por períodos largos se hace difícil, ya que esta característica
conlleva una intensa actividad microbiana y una fuerte disminución del contenido
de agua en el fruto. La magnitud de la respiración del fruto depende de
las variedades, grado de madurez y de las condiciones ambientales de la
zona y del almacenamiento. Por esta razón, la conservación de los frutos
de palta destinados a la exportación se realiza en cámaras o almacenes
con atmósfera controlada.