El cultivo del kiwi se ha mostrado muy resistente a plagas y enfermedades, de forma que no presenta ningún problema fitosanitario que cause perjuicio comercial.
No obstante, comienzan a aparecer las primeras enfermedades no de forma habitual,
como el caso de Botrytis cinerea.
8.1. HONGOS
Botrytis cinerea. es un hongo que dependiendo de su capacidad
de inoculo puede causar pérdidas durante el almacenamiento del fruto, o por
una mala ventilación o lluvias dentro de la plantación. Llamado también moho
gris, este hongo ataca en periodo de floración en tiempo húmedo pasando de
las flores al fruto joven produciéndose deformaciones y la caída de estos
en cantidades bastantes considerables.
Los órganos más colonizados por este hongo son los pétalos florales, sépalos, pedúnculo de la flor y el ovario. Para prevenir se aconseja un tratamiento antes de la recolección con Thiram, Captan y otros fungicidas.
El tratamiento de este hongo durante la conservación del mismo se trata con fitosanitarios como Beromil, Vinclozolina, Iprodina, Procimidona
La Botrytis, también se trata con Fulpet, Captafol, y Glicofeno.
Phytophthora cinnamomi y Armillaria mellea causan enfermedades
en aquella zona del cultivo donde halla retención de agua.
Pseudomonas marginalis causante de la caída del botón floral.
8.2. NEMATODOS
Atacan a las raíces de actinidia dando lugar a la podredumbre de la raiz.
Estos parásitos penetran por las raíces produciendo malformaciones en ellas
y en la parte aérea de la planta una presencia de retraso en producción, amarilleo
de las hojas y por consiguiente muerte de la planta. Los nematodos que afectan
al kiwi son tres: Meloidogyne hapla, M. Arenaria, M. Javanica. Su prevención
debería ser mediante el estudio de un análisis de suelo en cuyo caso debe
de procederse a la infección del suelo. Los productos utilizados son Profos
y Tionacina para desinfección del terreno.
8.3. INSECTOS
Los insectos del género Eulia son los más peligrosos para actinidia.
Atacan por las hojas y el fruto. Por éste último las larvas hacen sus galerías
sobre la epidermis lo cual pierde su valor comercial, lo deforman y producen
una caída precoz. Se tratan con insecticidas cuando los daños son considerables,
con una primera aplicación durante la caída de los pétalos y cada 25 a 30
días volver a repetir la operación.
Pseulacaspis pentágona (cochinilla blanca del duraznero) afecta
a los peciolos de las hojas y frutos produciendo una deformación del fruto
y también la formación de costra en los troncos de actinidia más viejos. Su
tratamiento es con aceite mineral blanco 2.5 Kg/hl y el Metidatión.
Empoasa vitis produce necrosis en el limbo sobre el margen foliar de
las hojas.
8.4. ANIMALES
Conejos causan daños importantes en las plantaciones debido a que roen el cuello y tronco de las plantas. La prevención que hay que tener en cuenta es proteger a la planta con una malla de unos 50 cm de altura.
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