Las nectaríns se reproducen por semilla y aunque el individuo obtenido
reproduzca fielmente el carácter de su progenitor, regularmente se utiliza
como portainjerto. De la elección adecuada del patrón depende en gran parte
el futuro de la producción. Normalmente se emplean como portainjertos,
almendros, francos (plantas procedentes de semillas de duraznero y
nectarín), ciruelos y albaricoqueros.
Cada una de estas plantas se adapta a diferentes condiciones de clima, suelo o
subsuelo y comunica al injerto distinto grado de vigor. El patrón también
influye en la susceptibilidad del árbol, de las flores y de los frutos a los
agentes climáticos.
Si empleamos el almendro como patrón obtendremos plantas muy vigorosas, cuyas
raíces verticales perforan profundamente la tierra, por lo que el
aprovechamiento de los nutrientes del suelo es mayor, por lo que es ideal su
empleo en suelos pobres, profundos y sueltos. La nectarín injertada sobre pie
franco, es algo menos vigorosa y longeva que la anterior, pero es el que mejor
se adapta a los diferentes tipos de suelos. El empleo de ciruelo como patrón
se hace cuando se desea implantar un cultivo de nectarín en terrenos poco
profundos o algo compactos. En climas cálidos, o tierras excesivamente secas
y pobres, es común el empleo de nectarín injertada sobre
albaricoquero.
Para obtener más información de los tipos de patrones y la afinidad de los
mismos respecto a variedades y las condiciones edafoclimáticas recomendamos
la lectura de la bibliografía especializada que figura al final de este
documento. Tras varios años, se ha llegado a la conclusión que debe
rehusarse como portainjerto el ciruelo Damas por su falta de afinidad y
limitado desarrollo. En tierras neutras o ácidas será mejor utilizar el
franco como portainjerto. Para la obtención de portainjertos francos los
huesos deben sembrarse entre enero y febrero en el mismo vivero, los cuales
podrán injertarse en el mismo año.
Como injerto debe utilizarse únicamente el de yema o escudete entre julio y
agosto, desmochando el patrón a dos centímetros del empalme del injerto
momentos antes de entrar el árbol en vegetación.
Las
prácticas culturales de la nectarín son muy similares a las del cultivo del
duraznero, al tratarse de la misma especie, aunque existen algunas
diferencias que se detallan a continuación.
Es
importante que el terreno esté bien nivelado para evitar la escorrentía de
las aguas superficiales. Para preparar el terreno se realizará una labor de
fondo de 1 m de profundidad. Con esta operación de desfonde es conveniente
enterrar una buena dosis de materia orgánica y de abonos fosfopotásicos. La
mejor época para realizar esta labor es a principios de otoño. Antes de la
plantación, en otoño, se harán las labores más ligeras con arado y púas
para allanar y desmenuzar el terreno.
Antes
de la plantación se realizará un replanteo, trazando las filas y marcando la
posición de los árboles en la fila. La época de plantación es el otoño,
antes de los fríos invernales, retrasándose hasta finales del invierno en
aquellas zonas de fuertes heladas invernales.
Las
plantas deberán transplantarse bien hidratadas y evitando que su sistema
radicular se deseque o se dañe durante la operación. Se eliminarán solo
aquellas raíces dañadas o enfermas. Por ello se recomienda transplantar las
plantas con una mezcla de tierra, estiércol y agua.
El
hoyo debe tener unas dimensiones de 50x50x50 cm, y colocar en el fondo entre 5
y 6 kg de estércol bien hecho o 100 gramos de abono nítrico por planta,
mezclado con el terreno.
Los
marcos de plantación más empleados son el marco real, el marco real
rectangular y el tresbolillo. La distancia de plantación dependerá de los
sistemas de conducción escogidos, así como de las propiedades edáficas, la
variedad, el portainjerto y las labores de cultivo. Destacan:
Formación
en vaso: entre filas de 5 a 8 m, entre árboles dentro de la fila de 5 a 7
m.
Formación
en palmeta: entre filas de 4 a 5,5 m, entre árboles dentro de la fila de
4,5 a 6 m.
Formas
semilibres: entre filas de 4 a 5 m, entre árboles dentro de la fila de 3
a 4 m.
La
plantación se realizará con plantones injertados en vivero, con plantas
injertadas a yema dormida, con portainjertos de un año de vivero, sembrando
directamente el hueso, plantando hacia mayo-junio el franco criado en un
contenedor para forzarle su desarrollo.
Con
la práctica de la poda se regula la actividad vegetativa y la fructificación
para conseguir el máximo rendimiento económico de la nectarín. Se pueden
distinguir diferentes tipos de poda:
5.3.1.
Poda de formación
Se
aplica a las plantas desde la plantación hasta que se inicia la producción.
Según la zona los sistemas de formación más usuales en el cultivo de la
nectarín son en vaso en las regiones templadas y en espaldera o palmeta en
las menos favorables. En el primer caso suele cultivarse en forma enana, en
medios tallos y en cimas altas.
Las
labores de poda variarán ligeramente según el tipo de planta de que se
parta: plantón injertado, patrón franco silvestre con tres ramas e injertado
a tres yemas, patrón franco silvestre injertado a tres yemas en el tronco o
patrón franco silvestre injertado a una yema.
5.3.2.
Poda de fructificación
Se
aplica a aquellas plantas que han superado la fase de formación para
regularizar la producción cada año. Esta poda permite regular la producción
a lo largo de los años por la renovación de los ramos productivos y mejorar
la calidad de los frutos.Este
tipo de poda se realiza en seco, a finales del reposo vegetativo.
Una
poda de producción normal en plantas e fructificación debe eliminar del 50
al 70% de los ramos mixtos presentes.La
intensidad de la poda de producción debe ser gradual, intensificándose
conforme se produce la fase de plena producción, normalmente 3 o 4 años
después de la plantación.La
intensidad de la poda dependerá entre otros factores de la fertilidad del
cultivar, de las temperaturas mínimas invernales y del incumplimiento de las
exigencias en frío.
La
poda se inicia desde el extremo de una rama descendiendo hacia la base,
eliminando los ramos demasiado vigorosos, los demasiado débiles y los mal
situados. Los ramos que han producido se eliminan completamente o bien se
despuntan sobre uno o más ramos mixtos de vigor normal.
5.3.3.
Poda en verde
Esta
poda se realiza en plena producción y consiste en la eliminación de los
chupones y en el aclareo de los brotes para favorecer la lignificación de los
ramos que quedan y un mejor revestimiento de la parte basal de la capa. La
poda en verde se realiza en dos veces en los meses de junio y julio.
El
aclareo de frutos es un complemento a la poda que permite conseguir una
producción de calidad. Si se realiza precozmente se consigue un mejor tamaño
de los frutos, una coloración más intensa, una maduración más precoz y
más uniforme, una mejor calidad de los frutos, una mayor diferenciación de
yemas de flor para el año siguiente, una más completa lignificación de los
ramos y una mayor nutrición de la planta. Un aclareo demasiado anticipado,
realizado en variedades precoces sujetas a la abertura del hueso, puede
acentuar este efecto.
La
mejor época para realizar el aclareo de frutos es después de la caída de
los pequeños frutos no fecundados y antes del endurecimiento del hueso (30
días después de la floración). Un aclareo demasiado precoz favorece la
formación de frutos de mayor tamaño, mientras que un aclareo demasiado
tardío es muy poco eficaz. Normalmente se deja un fruto cada 15-20 cm de
ramo.
El
aclareo puede ser manual, químico o mecánico. El primero precisa de mucha
mano de obra y tiene un elevado costo. El aclareo químico se realiza
pulverizando la copa con Ethrel a una dosis de 3 g por hectolitro de agua y
unos 34-35 días después de la floración. El aclareo mecánico se basa en el
empleo de vibradores.
La
nectarín, al igual que el duraznero, es muy sensible a los efectos del
viento, por lo que es necesaria la construcción de cortavientos en aquellas
zonas muy expuestas. Generalmente se emplean cortavientos o setos formados por
ciprés, desaconsejándose el eucalipto debido a la gran competencia que
ejerce su sistema radicular frente a las plantas cultivadas.
También
se pueden emplear mallas plásticas, de rápida instalación y con distinta
densidad de malla. Su duración puede llegar a los 8-10 años.
5.5.2.
Control de malas hierbas
Durante
el periodo vegetativo debe mantener se el suelo limpio de toda hierba
adventicia, dando pasos periódicos y ligeros de rotovator debido a la
sensibilidad de las raíces, aunque en el período invernal acepte una labor
relativamente más profunda.
Para
el control de las malas hierbas también es posible el empleo de herbicidas,
pero la nectarín es una especie bastante sensible al efecto tóxico de estos
productos, por lo que su empleo no está muy extendido. Entre los productos
más empleados destacan los herbicidas de contacto Diquat y Paraquat, por
absorción foliar Aminotriazol (A.T.A.) y en preemergencia Bromacilo,
Diclobenil, Clortiamida, Trifluralina y Simazina. Para que su empleo tenga
éxito se recomienda aplicarlos en las dosis y en las condiciones adecuadas
recomendadas por los fabricantes.