4.1. ELIMINACIÓN DE MALAS
HIERBAS
Es
un árbol rústico que precisa de poco laboreo en el terreno. Por medio de
labores frecuentes debe mantenerse en toda época el suelo limpio de toda
hierba adventicia, y más tratándose de tierras de secano. Probablemente la
mejor forma de conducir la plantación de membrilleros es mantener las plantas
con tapiz herbáceo permanente luego de haber sido cultivadas en fajas a lo
largo de las hileras durante los primeros dos o tres años. El control
químico con herbicidas en hileras, dejando un tapiz permanente entre ellas es
una práctica muy común.
4.2.
PROPAGACIÓN
4.2.1.
Propagación por semilla.
La
propagación por semilla sólo se emplea cuando se desea obtener variedades
nuevas, o bien cuando se desea formar patrones con un sistema radicular
profundo y bien ramificado, que se emplearían para injertar encima perales o
en algunos casos manzanos.
4.2.2.
Propagación Vegetativa.
La
multiplicación por estaca es muy común. Estas se escogen de la madera del
mismo año, se cortan a 30 cm de longitud tan pronto se ha despojado de la
hoja, se hacen manojos con ellas y se entierran en posición invertida,
manteniéndolas es este estado hasta últimos de febrero o principios de
marzo, que es el momento oportuno para plantarlas. Se plantan en posición
inclinada a los 45º y no erecta, para fomentar el barbado, aunque éste puede
excitarse aplicando las hormonas convenientes, procurando que en la superficie
únicamente afloren dos o tres yemas.
Otra
forma de propagación es por acodo en aporcado o clonal. Para ello se acoda la
planta madre en julio, a finales de otoño los plantones estarán
perfectamente arraigados y después de despuntarlos a 25-30 cm podrán
plantarse en vivero, para injertarlos en agosto-septiembre.
Para
obtener frutos de buena calidad es necesario el injerto. En plantas
propagadas por estacas o por acodos no es absolutamente necesario injertar, ya
que sus frutas serán idénticas a las de la planta madre de que provienen.
Pero tratándose de plantas obtenidas de semillas, si se desea cultivar una
variedad determinada, es preciso el injerto. Puede emplearse el injerto en
escudete, y de yema dormida y de yema despierta, como los injertos de púa.
4.3.
PLANTACIÓN
Una
vez preparado el terreno para la plantación, se deben abrir unos hoyos a una
profundidad mínima de 60 x 60 cm. Rellenados los hoyos con las tierras más
fértiles y previa eliminación de las raíces heridas o magulladas, se
despuntan las más largas y se sitúa el árbol a una profundidad inferior a
los 5-7 cm de lo que estaba en vivero. Plantado el árbol se escogen tres o
cuatro ramitas de las más vigorosas y se despuntan a 4-5 yemas, eliminado las
restantes, o se desmocha a una altura conveniente.
Las
plantas de vivero de dos o tres años de edad se plantan a una distancia de
4,5 m, en marcos regulares, totalizando hasta 450 árboles por hectárea.
El
momento oportuno para la plantación es tan pronto se ha despojado de las
hojas hasta finales de febrero o primeros de marzo.
4.4. PODA
Debido al lento
desarrollo del membrillero, su poda es muy sencilla. Durante la época de
formación se darán despuntes según la vigorosidad del árbol, procurando
fomentar su expansión y manteniendo un equilibrio perfecto copal, obteniendo
plantas en forma de vaso. Durante la
producción las podas se limitarán a eliminar aquellas ramas que puedan
alterar este equilibrio o ramas que se superpongan unas con otras. Cada año
se eliminarán las ramas chuponas y las dañadas, no siendo conveniente más
que esta limpia para su buena producción, por producir espontáneamente el
árbol suficiente número de ramificaciones fructíferas, que dan sus botones
en el extremo. La poda consistirá, por tanto, en un raleo, con algunas podas
de rebaje ocasionales de las ramas principales con el objeto de estimular las
nuevas brotaciones anuales que llevarán las frutas. El momento óptimo de poda es tan pronto como se ha despojado
su masa foliar.