6.2.3. MONILIA
Daños
Provoca la podredumbre de los frutos y, a
menudo, en la primavera, la destrucción de las flores, de los ramos jóvenes
o de las hojas, dando la apariencia de una helada.
La infección del fruto se hace
principalmente por las heridas (picadura de un insecto, contacto estrecho
entre dos frutos); sin embargo, no es precisa la presencia de una herida
para la introducción del hongo.
El fruto es especialmente atacado cuando está
próximo a la madurez, pues la epidermis es más tierna, pero los frutos
verdes pueden ser también atacados. La enfermedad se conserva de un año
para otro por medio de los frutos desecados que quedan sobre el árbol o en
la tierra.
Métodos
de control
· Precauciones a tomar:
-
Recoger y quemar todos los frutos momificados.
-
Hacer desaparecer con la poda todos los ramos secos.
-
Se deben evitar las heridas gruesas y refrescar los
cortes hechos con la sierra. Cuando la poda es regular y deja perfectamente
limpio el árbol, la resistencia de éste a la Monilia es mayor.
· Tratamientos: las sales de cobre tienen
una acción insuficiente sobre la germinación de las esporas. Los
tratamientos hechos contra el cribado sirven para reducir los daños de la
Monilia, pero no los evitan por completo. Deben aplicarse tratamientos al
inicio y en plena floración, con captafol, metil-tiofanato, folpet,
carbendazima, etc.
En caso de aplicarse benomilo o
metil-tiofanato en un tratamiento, el siguiente debe realizarse con otro
tipo de funguicida, al objeto de evitar al aparición de razas de Monilia
resistentes.
Para evitar los daños sobre los frutos,
resulta muy interesante luchar contra los insectos que causan las heridas en
los mismos, empleando insecticidas orgánicos.
6.2.4. ROYA
Descripción
y daños
Afecta a duraznero, ciruelo, almendro y
albaricoquero. Provoca defoliación prematura.
En estos frutales, la enfermedad produce en
el haz de las hojas unas pequeñas manchas amarillas que se corresponden en
el envés con otras de color pardo que al ser frotadas desprenden un
polvillo color pardo claro. Este polvillo está formado por las uredosporas
que propagan la enfermedad.
A finales de verano el hongo emite un nuevo
tipo de esporas bicelulares, las teleutosporas, que son la fase invernante
del hongo.
Los ataques suelen comenzar en los meses de
julio-agosto, por lo que a la aparición de las primeras manchitas deben
aplicarse fungicidas adecuados.
Métodos
de control
Aplicaciones de zineb, maneb, propineb,
etc., en las fechas indicadas, suelen ser suficientes.- En casos graves
puede recurrirse al metil-tiofanato, oxicarboxina, etc.
6.2.5. GOMOSIS
Descripción
y daños
Se trata de una alteración de carácter
fisiológico que no puede ser atribuida a la presencia de bacterias, virus,
insectos o hongos. No obstante, estas dos últimas causas favorecen su
aparición al igual que los malos tratamientos, la carencia de abonado o el
cultivo en terrenos no adecuados. Es decir, todo lo que contribuye a
debilitar al árbol, lo predispone a la gomosis: podas excesivas, falta de
afinidad entre patrón e injerto, abonados desequilibrados, excesiva sequía
o humedad persistente, ataques violentos de parásitos vegetales o animales,
etc.
La aparición de la goma resulta de la
formación en los tejidos de una materia viscosa y blanda, que escapa por
las hendiduras, No es raro encontrar lágrimas alargadas, que se escapan en
abundancia de los ramos y se desecan al aire.
Métodos
de control
Hace falta buscar causas de la secreción de
la goma y corregirlas. Hacer las podas más moderadas, si es posible, a fin
de verano: drenar el suelo, hacer correctamente los tratamientos contra las
plagas y enfermedades, y sobre todo no escatimar en el abonado.
Las heridas serán limpiadas de sus masas de
goma y lavadas abundantemente con la siguiente solución de caldo: acetato
de cobre-1.000 g, permanganato potásico-500 g, agua-100 l.
6.2.6.
CHANCRO DEL duraznero Y DE OTROS FRUTALES DE HUESO
Descripción
y daños
Enfermedad debida al
ataque de un hongo denominado Fusicoccum, que suele confundirse con el que
produce el cribado.
El ataque se inicia en
las yemas de los brotes del alo o en los de la estación precedente. Aparece
un área necrosada de color parduzco, ligeramente deprimida, de contorno elíptico
y centrada sobre la yema atacada.
Más tarde, cuando el
chancro ha dado la vuelta al ramo, se observa el marchitamiento de la parte
situada por encima de la zona atacada.
Este desecamiento se
manifiesta en la primavera, en la floración y, generalmente, a lo largo del
verano. Es debido a que el hongo produce una sustancia tóxica que arrastra
la corriente de savia ascendente.
Si el ramo del año no
muere, el parásito se mantiene y prosigue su evolución. Al año siguiente
aparecen las fructificaciones negras del hongo que son las semillas o
esporas, a partir de las cuales se propaga la enfermedad.
Las hojas manifiestan el
cribado del limbo y hasta las flores pueden ser atacadas.
Métodos
de control
Supresión inmediata de
las partes atacadas y pulverización en los estados siguientes: a la caída
de las hojas, al desborre, a la floración y a la recolección con un caldo
a base de funguicidas como el ziram, ferban, tiram o captan a la dosis
corriente de 300 g de producto comercial por 100 l de agua.
6.2.7.
VIRUELA
Descripción y daños
Es producida por un virus
que causa enormes pérdidas en albaricoqueros Búlida y Gaita Rocha.
Los frutos del
albaricoquero afectado por la viruela presentan en la superficie unas
depresiones y abultamientos más o menos acentuados, acompañados o no de
cambio de color; estas depresiones son de tamaño pequeño, de 3 a 5 mm, y
de forma más o menos irregular. En los casos de ataque intenso, el colorido
de la parte atacada se oscurece, llegando a hacerse parduzco. Internamente
la pulpa se reseca, endurece y oscurece más o menos intensamente.
Transmisión
del virus
Por lo que ahora se sabe,
la transmisión del virus se realiza por el injerto.
Métodos
de control
·
No hay posibilidad de lucha directa. El único procedimiento eficaz está
encaminado a evitar su propagación; consiste en injertar con yemas
procedentes de árboles de más de 20 años, en los que no se haya observado
nunca la enfermedad en frutos.
· Otras medidas
complementarias:
- Evitar los abonados nitrogenados en la
maduración de la fruta.
- Evitar los riegos excesivos en la maduración
de la fruta.