Destaca
la llamada piel de cocodrilo o rose-comb. Consiste en la aparición de
protuberancias sobre los sombrerillos de los hongos afectados. Se debe a
diversas causas, como excesiva sequedad ambiental, aplicación excesiva de
determinados pesticidas, vapores de formol, etc.
Las
plagas más conocidas del champiñón son ciertos ácaros, algunos nematodos y
varios insectos. Los ácaros que más destacan son:
Araña
blanquecina (Tyrogliphus sp.), que producen cavidades irregulares
en el pie y sombrerillo, de consistencia húmeda.
Araña
rubia (Linopodes sp.), que provoca el desdoblamiento de las raíces
del hongo.
Araña
roja (Tarsonemus sp.). Produce irritaciones a los obreros.
Araña
negra (Ceratophylla sp.).
Estas
arañas se pueden combatir con acaricidas como dicofol, tetradifón, fensón,
sulfotep, diazinón, etc.
Los dípteros constituyen una plaga cuyas larvas estropean el micelio del
hongo, causando fallos en la fructificación, y dañan los hongos ya formados,
labrando túneles o galerías en el pie y en el sombrero de los champiñones.
Además de una adecuada desinfección del compost, pueden emplearse
aplicaciones de diazinon, malation, lindano, clorfenvinfos, etc.
En
cuanto a los escarabajos (colémbolos), producen pequeños orificios
ovales, de aspecto reseco, sobre el sombrerillo. Los tratamientos con lindano
y malatión son los más efectivos.
Los nemátodos son una de las plagas más dañinas de los cultivos de
champiñón. Destacan Aphelenchus, Ditylenchus, Aphelenchoides, etc.
Los nematodos destruyen el micelio del hongo. El estiércol toma un color
rojizo y al tacto da la sensación de una pasta jabonosa. Su olor se hace
acre. Una adecuada esterilización del compost junto al empleo de nematicidas
y el control del ambiente del cultivo, son las mejores armas contra esta
plaga.
La
más grave de todas es la mancha bacteriana o "gota", producida por Pseudomonas
toolasi Planie. Debe su nombre a que, cuando la padece, el champiñón
presenta unas manchas amarillentas en el sombrerillo, de aspecto pegajoso y en
forma de gotitas. En la presentación de esta enfermedad influye sobre todo la
mala preparación del estiércol, la mala ventilación de las instalaciones y
el riego excesivo.Para
combatirla debe regarse con agua, en la que se hayan disuelto 250 gramos de
cloruro de cal por cada 100 litros.
Pseudomonas
sp. también provoca la llamada momificación. Consiste en una serie de
hinchamientos del pie del hongo, que provocan la apertura prematura de los
sombrerillos. Se recomiendan las mismas medidas que en el caso anterior, junto
a una limpieza más adecuada de la explotación y un control más riguroso de
la tierra de cobertura.
9.3.2.
Enfermedades producidas por hongos.
Destaca
la temida burbuja seca o mole, provocada por el hongo Verticillium
malthoussei. Provoca la aparición de deformaciones, el champiñón se
recubre de un moho o pelusilla blanco-rosácea y termina pudriéndose con
desprendimiento de un olor muy desagradable.
El
empleo de tierras de revoco insanas o utilizadas con anterioridad contribuyen
a su presencia. Para su control se recomienda desinfectar la tierra de
cobertura con formol, vapor de agua, mezclas de zineb o mancozeb, con benomilo,
iprodiona, etc.
Otras
enfermedades del champiñón menos importantes son la enfermedad de la
telaraña (Dactylium dendroides) y la mole húmeda (Mycogone
perniciosa).