En primer lugar, es necesario realizar una estimación de diferentes aportes de oligoelementos al
substrato de nutrición. El abono orgánico, a través de las substancias húmicas, forma complejos
estables con el Cu y Zn y también, aunque menos estables, con Fe y Mn. Por otra parte, algunos
tratamientos plaguicidas incorporan a la planta fundamentalmente Cu, Zn y Mn. El agua de riego, en
muchos casos, aporta B e incluso en concentraciones por encima de lo normal, que es preciso controlar.
Por tanto, una aplicación periódica complementaria es suficiente para llegar a niveles
normales en planta. El análisis periódico de la planta nos indicará el ritmo y cantidad de oligoelementos a
aplicar. Exceptuando el B y Mo, que se aplican como sustancias minerales solubles, el resto
de los oligoelementos (Fe, Mn, Zn y Cu) se suelen utilizar como quelatos.
Es importante el aprovechamiento del contenido en el agua de riego de elementos fertilizantes
como Ca, Mg y SO 2-4. Debido al contenido salino de las aguas, las precipitaciones de fosfatos y
sulfatos de Ca y, fundamentalmente, la carbonatación de los residuos de bicarbonatos de Ca y la desecación de
disoluciones salinas pueden producir obturación de goteros. Para evitar dicha
obturación se utilizan las disoluciones madres ácidas antes indicadas, en función de la calidad del agua de riego y manteniendo, al mismo tiempo, las relaciones óptimas de
nutrientes y diariamente se realiza un lavado al final de la fertilización durante unos minutos con HNO3
diluido, a pH de 3,5 a 6, según el substrato, o con el mismo agua de riego.
Frecuentemente las aguas de riego contienen salinidad y la aportación continua de sales al
substrato es muy elevada, de manera que hay que emplear los procedimientos adecuados para que su
acumulación no sea el factor limitante fundamental del desarrollo del cultivo. Por tanto, además del lavado con un volumen suficiente, según las características del agua de
riego y el substrato, que elimine por drenaje una parte del exceso de sales, es necesario utilizar en
muchos casos otros procedimientos como, por ejemplo: - Dosis algo elevadas de NO3 - y Ca para evitar, en parte, la
absorción de CI - , Na y Mg en exceso y control paralelo de estos iones tóxicos en el substrato.
Otros procedimientos complementarios para paliar la salinidad podrían ser:
- Lavado con ácido, conveniente por las razones anteriormente expuestas, que debe
hacerse en pequeñas dosis al final de cada fertilización en el riego.
- Estudio de la eficacia de la aplicación de humatos de hierro que mejoran la estructura y
favorecen el drenaje.
- Cambio periódico de substrato, tanto inerte como enarenado.
- Estudio del posible aprovechamiento de aguas residuales de ciudad.