Los conceptos básicos de la química del sistema suelo-planta, del comportamiento de los
fertilizantes químicos, de las características de los diversos substratos, exportaciones de cada cultivo y
tolerancia a la salinidad son imprescindibles para realizar una fertirrigación racional.
Por otra parte, y muy frecuentemente, el principal factor limitante de una adecuada
fertirrigación es la salinidad del agua de riego, que, además, aporta elementos nutrientes. Por. tanto, la
adición de fertilizantes ha de realizarse como complemento hasta los niveles adecuados y también
para paliar los antagonismos con los elementos nocivos para el cultivo. En resumen, es necesario estudiar fundamentalmente tres parámetros, de los que depende
básicamente la fertirrigación: el cultivo, el agua de riego y el substrato.
Desde que se fabrica
una disolución madre concentrada en un cabezal de riego, hasta que la planta toma nutrientes de la disolución del substrato, resultado de la interacción entre la disolución
que llega a los goteros y dicho substrato, transcurren una serie de fases en el proceso de fertirrigación
que pueden provocar un gran número de problemas que vamos a- describir, analizando, al mismo
tiempo, posibles soluciones o las correspondientes precauciones a tomar. El esquema del proceso se
indica en la figura 1.
El sistema de cabezal de riego consta de diferentes módulos distribuidos según una secuencia
lógica de mezcla de fertilizantes y agua de riego. En primer lugar, están los tanques de fertilizantes y
de lavado, de los que se extrae, mediante un inyector, las disoluciones concentradas de fertilizantes y
las de lavado (frecuentemente ácidas) y alternativamente, según el programa adecuado de
tiempos y concentraciones. El agua de riego, convenientemente filtrada, se mezcla con las disoluciones extraídas por el
inyector en la proporción adecuada (frecuentemente 1 a 100). Así se obtiene la disolución nutriente,
que después de filtrada llega a la red de goteros. Esta disolución reacciona con el substrato y da lugar
a la definitiva disolución nutriente que realmente toma la planta. Los problemas más destacados a resolver se muestran en la Fig.2.
Además de la fertirrigación propiamente dicha, y según el substrato que se considere, en muchos
casos es necesario realizar una fertilización de fondo con materia orgánica para mejorar los
parámetros físicos del substrato y aplicar correctores como yeso y abonos nitrogenados que
favorezcan la humificación del abono orgánico. Por tanto, los substratos donde se debe realizar una
fertilización de fondo son, fundamentalmente, enarenados, turba y suelo. Enarenado y suelo
En el enarenado se suele aplicar el abono orgánico y superfosfato en el proceso de "retranqueo"
cada tres o cuatro años. Posiblemente sea preferible hacer un retranqueo "en bandas" todos los años
de 1/3 de la superficie (donde se realiza la plantación). Este tipo de "retranqueo" presenta la ventaja
de poder fertilizar con el abono orgánico y el superfosfato cada año y, además, significa un
aprovechamiento mayor con dosis menores. En algunos ensayos se han encontrado resultados similares
añadiendo el P en fondo o en la fertirrigación. Posiblemente, la fórmula idónea sea distribuir entre las dos épocas el fertilizante
fosfórico. Por ejemplo, 1/4 de la dosis total en forma de súper en el retranqueo (no más por la fijación
elevada que tiene lugar en el suelo calizo) y las 3/4 partes restantes distribuidas en los diferentes
riegos en forma de H3PO4 o fosfatos amónico o potásico. Además, la reserva del Fósforo de fondo
puede aprovecharse más de lo que puede preverse, pues al realizar lavados ácidos se aumenta la
solubilización del Fósforo fijado en el suelo. Por otra parte, en dicho retranqueo es posible añadir yeso, el año que sea necesario, para
equilibrar el Ca respecto al Na y Mg del agua de riego. Es recomendable añadir el N mineral necesario en cada retranqueo
para facilitar la humificación de la materia orgánica. En el control de esta fertilización de fondo ha de tenerse en cuenta la
distribución de raíces, sobre todo en el horizonte orgánico del enarenado y en el suelo.
Turba
Cuando la turba es el substrato, y antes de comenzar el cultivo, se suele tratar con NPK y
oligoelementos, así como con caliza, para ajustar el pH al cultivo correspondiente.
Rock wool Toda la fertilización se realiza en la fertirrigación.