Es común su
empleo como portador de nutrientes, aunque también se puede emplear como
sustrato.
B) GRAVAS.
Suelen
utilizarse las que poseen un diámetro entre 5 y 15 mm. Destacan las gravas de
cuarzo, la piedra pómez y las que contienen menos de un 10% en carbonato
cálcico. Su densidad aparente es de 1.500-1.800 kg/m3. Poseen una
buena estabilidad estructural, su capacidad de retención del agua es baja si
bien su porosidad es elevada (más del 40% del volumen). Su uso como sustrato
puede durar varios años. Algunos tipos de gravas, como las de piedra pómez o
de arena de río, deben lavarse antes de utilizarse. Existen algunas gravas
sintéticas, como la herculita, obtenida por tratamiento térmico de pizarras.
C) ARENAS.
Las que
proporcionan los mejores resultados son las arenas de río. Su granulometría
más adecuada oscila entre 0,5 y 2 mm de diámetro. Su densidad aparente es
similar a la grava. Su capacidad de retención del agua es media (20 %
del peso y más del 35 % del volumen); su capacidad de aireación disminuye
con el tiempo a causa de la compactación; su capacidad de intercambio
catiónico es nula. Es relativamente frecuente que su contenido en caliza
alcance el 8-10 %. Algunos tipos de arena deben lavarse previamente. Su pH
varía entre 4 y 8. Su durabilidad es elevada. Es bastante frecuente su mezcla
con turba, como sustrato de enraizamiento y de cultivo en contenedores.
D) TIERRA
VOLCÁNICA.
Son materiales
de origen volcánico que se utilizan sin someterlos a ningún tipo de
tratamiento, proceso o manipulación. Están compuestos de sílice, alúmina y
óxidos de hierro. También contiene calcio, magnesio, fósforo y algunos
oligoelementos. Las granulometrías son muy variables al igual que sus
propiedades físicas. El pH de las tierras volcánicas es ligeramente ácido
con tendencias a la neutralidad. La C.I.C. es tan baja que debe considerarse
como nulo. Destaca su buena aireación, la inercia química y la estabilidad
de su estructura. Tiene una baja capacidad de retención de agua, el material
es poco homogéneo y de difícil manejo.
E)
TURBAS.
Las turbas son
materiales de origen vegetal, de propiedades físicas y químicas variables en
función de su origen. Se pueden clasificar en dos grupos: turbas rubias y
negras. Las turbas rubias tienen un mayor contenido en materia orgánica y
están menos descompuestas, las turbas negras están más mineralizadas
teniendo un menor contenido en materia orgánica.
Es
más frecuente el uso de turbas rubias en cultivo sin suelo, debido a que las
negras tienen una aireación deficiente y unos contenidos elevados en sales
solubles. Las turbias rubias tiene un buen nivel de retención de agua y de
aireación, pero muy variable en cuanto a su composición ya que depende de su
origen. La inestabilidad de su estructura y su alta capacidad de intercambio
catiónico interfiere en la nutrición vegetal, presentan un pH que oscila
entre 3,5 y 8,5. Se emplea en la producción ornamental y de plántulas
hortícolas en semilleros.
Propiedades de las turbas (Fernández et al. 1998)
Propiedades
Turbas rubias
Turbas negras
Densidad aparente (gr/cm3)
0,06 - 0,1
0,3 - 0,5
Densidad real (gr/cm3)
1,35
1,65 - 1,85
Espacio poroso (%)
94 o más
80 - 84
Capacidad de absorción de agua (gr/100 gr m.s.)
1.049
287
Aire (% volumen)
29
7,6
Agua fácilmente disponible (% volumen)
33,5
24
Agua de reserva (% volumen)
6,5
4,7
Agua difícilmente disponible (% volumen)
25,3
47,7
C.I.C. (meq/100 gr)
110 - 130
250 o más
F)
CORTEZA DE PINO.
Se pueden
emplear cortezas de diversas especies vegetales, aunque la más empleada es la
de pino, que procede básicamente de la industria maderera. Al ser un material
de origen natural posee una gran variabilidad. las cortezas se emplean en
estado fresco (material crudo) o compostadas. Las cortezas crudas pueden
provocar problemas de deficiencia de nitrógeno y de fitotoxicidad. Las
propiedades físicas dependen del tamaño de sus partículas, y se recomienda
que el 20-40% de dichas partículas sean con un tamaño inferior a los 0,8 mm.
es un sustrato ligero, con una densidad aparente de 0,1 a 0,45 g/cm3. La
porosidad total es superior al 80-85%, la capacidad de retención de agua es
de baja a media, siendo su capacidad de aireación muy elevada. El pH varía
de medianamente ácido a neutro. La CIC es de 55 meq/100 g.
G) FIBRA DE
COCO.
Este producto
se obtiene de fibras de coco. Tiene una capacidad de retención de agua de
hasta 3 o 4 veces su peso, un pH ligeramente ácido (6,3-6,5) y una densidad
aparente de 200 kg/m3. Su porosidad es bastante buena y debe ser lavada antes
de su uso debido al alto contenido de sales que posee.
Es un material
obtenido a partir de la fundición industrial a más de 1600 ºC de una mezcla
de rocas basálticas, calcáreas y carbón de coke. Finalmente al producto
obtenido se le da una estructura fibrosa, se prensa, endurece y se corta en la
forma deseada. En su composición química entran componentes como el sílice
y óxidos de aluminio, calcio, magnesio, hierro, etc.
Es considerado
como un sustrato inerte, con una C.I.C. casi nula y un pH ligeramente
alcalino, fácil de controlar. Tiene una estructura homogénea, un buen
equilibrio entre agua y aire, pero presenta una degradación de su estructura,
lo que condiciona que su empleo no sobrepase los 3 años.
Es un material
con una gran porosidad y que retiene mucha agua, pero muy débilmente, lo que
condiciona una disposición muy horizontal de las tablas para que el agua se
distribuya uniformemente por todo el sustrato.
Propiedades de la lana de
roca (Fernández et al. 1998)
Densidad aparente (gr/cm3)
0,09
Espacio poroso (%)
96,7
Material sólido (% volumen)
3,3
Aire (% volumen)
14,9
Agua fácilmente disponible + agua de reserva (% volumen)
77,8
Agua difícilmente disponible (% volumen)
4
B) PERLITA.
Material
obtenido como consecuencia de un tratamiento térmico a unos 1.000-1.200 ºC
de una roca silícea volcánica del grupo de las riolitas. Se presenta en
partículas blancas cuyas dimensiones varían entre 1,5 y 6 mm, con una
densidad baja, en general inferior a los 100 kg/m3. Posee una capacidad de
retención de agua de hasta cinco veces su peso y una elevada porosidad; su
C.I.C. es prácticamente nula (1,5-2,5 meq/100 g); su durabilidad está
limitada al tipo de cultivo, pudiendo llegar a los 5-6 años. Su pH está
cercano a la neutralidad (7-7,5) y se utiliza a veces, mezclada con otros
sustratos como turba, arena, etc.
Propiedades de la perlita (Fernández et al.
1998)
Propiedades físicas
Tamaño de las partículas (mm de diámetro)
0-15
(Tipo B-6)
0-5
(Tipo B-12)
3-5
(Tipo A-13)
Densidad aparente (Kg/m3)
50-60
105-125
100-120
Espacio poroso (%)
97,8
94
94,7
Material sólido (% volumen)
2,2
6
5,3
Aire (% volumen)
24,4
37,2
65,7
Agua fácilmente disponible (% volumen)
37,6
24,6
6,9
Agua de reserva (% volumen)
8,5
6,7
2,7
Agua difícilmente disponible (% volumen)
27,3
25,5
19,4
C)
VERMICULITA.
Se obtiene por
la exfoliación de un tipo de micas sometido a temperaturas superiores a los
800 ºC. Su densidad aparente es de 90 a 140 kg/m3, presentándose en escamas
de 5-10 mm. Puede retener 350 litros de agua por metro cúbico y posee buena
capacidad de aireación, aunque con el tiempo tiende a compactarse. Posee una
elevada C.I.C. (80-120 meq/l). Puede contener hasta un 8% de potasio
asimilable y hasta un 12% de magnesio asimilable. Su pH es próximo a la
neutralidad (7-7,2).
D) ARCILLA
EXPANDIDA.
Se obtiene
tras el tratamiento de de nódulos arcillosos a más de 100 ºC, formándose
como unas bolas de corteza dura y un diámetro, comprendido entre 2 y 10 mm.
La densidad aparente es de 400 kg/m3 y posee una baja capacidad de retención
de agua y una buena capacidad de aireación. Su C.I.C. es prácticamente nula
(2-5 meq/l). Su pH está comprendido entre 5 y 7. Con relativa frecuencia se
mezcla con turba, para la elaboración de sustratos.
E)
POLIESTIRENO EXPANDIDO.
Es un
plástico troceado en flóculos de 4-12 mm, de color blanco. Su densidad es
muy baja, inferior a 50 Kg/m3. Posee poca capacidad de retención de agua y
una buena posibilidad de aireación. Su pH es ligeramente superior a 6. Suele
utilizarse mezclado con otros sustratos como la turba, para mejorar la
capacidad de aireación.
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