Las
alcachofas necesitan menos fertilizantes que la mayoría de los cultivos
hortícolas, para obtener rendimientos altos. Para máximo rendimiento se
suelen utilizar:
Estiércol:
50-75 Ton/Ha. Abonado de fondo.
Nitrógeno
(UNA 32): 112-224 Kg/ha. Aplicar 1/5 como abonado de fondo y el resto a
iguales y sucesivas aplicaciones.
Fósforo
(P2O5): 56-112 Kg/ha. Abonado de fondo.
Potasio
(K2O): 34-112 Kg/ha. Abonado de fondo.
En
riego por goteo se suelen aplicar como abonado de fondo entre 35 y 56 Kg/ha de
nitrógeno y la mitad de las cantidades anteriores de fósforo y potasio. El
resto de fertilizante se aplica a intervalos semanales durante el
cultivo.
Extracciones
periódicas de nutrientes de la alcachofa durante el ciclo de cultivo
Las
alcachofas requieren riegos frecuentes durante el periodo de crecimiento de la
planta. Es importante realizar un riego de plantación que proporcione
suficiente humedad para conseguir un buen arraigado. La carencia de humedad en
el suelo cuando los frutos están en formación provoca una mala calidad de
los mismos. Cuando la planta alcanza la madurez, el riego debe ser continuo.
El
riego de la alcachofa se puede efectuar mediante aspersión, manta y goteo. El
riego a manta es el más empleado. El riego a aspersión tiene la ventaja de
que crea un ambiente de humedad alrededor de la planta que favorece el
crecimiento y la producción.Las
plantas de alcachofa son susceptibles a la podredumbre de la raíz si el riego
es excesivo, por lo que se recomienda no regar a manta y si se efectúa,
tratar de no inundar la parte del tallo y la raíz.
Hydroecia
xanthenes (=Gortyna xanthenes) es un lepidóptero noctuido cuyas
larvas penetran, tras mordisquear las hojas, por las nerviaciones de las
mismas; a continuación realizan galerías en los tallos, pudiendo minar las
propias inflorescencias y llegando a situarse en el sistema rizomático.
Las
desinfección de esquejes, previa inmersión en un caldo de insecticidas
fosforados penetrantes como diazinón, fentión, malatión, etc., es un
sistema de evitar la propagación de la plaga.
Cuando
se observa la eclosión de las larvas, se pueden efectuar pulverizaciones con
metomilo, fentión, fenitrotión, dimetoato, fosalón, triclorfón, profenofos,
cipermetrina, lambda-cihalotrina, deltametrina, diclorvos, etc., teniendo
siempre presente la normativa vigente sobre la utilización de insecticidas y
respetando los plazos de seguridad.
8.2.
Pulguilla de la alcachofa.
Las
larvas del coleóptero halticino Sphaeroderma rubidum devoran las hojas
entre sus dos epidermis. Se combaten mediante pulverizaciones de fosnet,
metiocarb, decametrina, lambda-cihalotrina, etc.
8.3.
Otras plagas.
Existen
otras larvas de lepidopteros noctidos como la rosquilla negra (Spodoptera
littoralis) y los gusanos grises (Agrotis sp.), que comen las
hojas y cuellos de las plantas respectivamente. Se combaten mediante
pulverizaciones con clorpirifos, triclorfón, metomilo, lambda-cihalotrina,
así como cebos envenenados.
Los
pulgones producen amarilleamientos, abarquillamientos, etc., que se
combaten con malatión, dimetoato, pirimicarb, bromofos, heptenofos,
piretroides, etc.
El
apión de la alcachofa (Apion carduorum) es un coleópero cuyas
larvas realizan galería en las hojas y cabezuelas. Se combaten mediante
pulverizaciones de fosnet, metiocarb, decametrina, lambda-cihalotrina,
etc.
Otro
coleóptero es la casida verde de la alcachofa (Cassida defflorata),
cuyas larvas, de tronco espinoso, devoran la epidermis de las hojas. Su
control es similar al empleado para el apión.
La
mosca de la alcachofa (Agromyza apfelbecki) realiza galerías más
o menos tortuosas en las hojas. Se combate mediante aplicaciones de
fentión, diazinón, malatión, etc.
Este
mildiu se presenta en forma de polvillo blanco harinoso que recubre la cara
inferior de las hojas. Favorece su desarrollo un ambiente húmedo y templado,
presentándose con más frecuencia en los climas meridionales o en los
cultivos de primor y forzado. Las bajas temperaturas detienen su desarrollo.
Se combate preventivamente mediante tratamientos con oxicloruro de cobre,
mancozeb, captan, folpet, propineb, captafol, etc., así como los fungicidas
sistémicos y sus combinaciones.
9.2.
Ramularia cynarae.
Este
pequeño hongo recubre las hojas de la alcachofa de unas manchas de color gris
en gran cantidad las cuales se agrupan formando placas más o menos
irregulares. Para su prevención hay que evitar el estancamiento de las aguas
y una excesiva humedad en el terreno. Se puede combatir con los productos
indicados en el caso anterior.
9.3.
Grasa de la alcachofa.
Producida
por la bacteria Xanthomonas sp., provoca la aparición de manchas
aceitosas en las brácteas de las cabezuelas. Suele atacar como consecuencia
de un período de heladas seguido de una época con temperaturas altas, lo que
provoca el desprendimiento de la epidermis de las brácteas, o bien tras la
incidencia de borrascas veraniegas, coadyuvadas por otros agentes parásitos
como algunos insectos.
La
recolección suele comenzarse a partir del mes de noviembre, pudiéndose
prolongar durante todo el invierno. El ritmo de recolección varía a lo largo
del periodo productivo, pudiéndose diferenciar dos etapas: en la primera se
recolectan el 25-35 % de la producción y en la segunda entre el 65 y
75%.
La
recolección de alcachofas suele finalizar en el área del Mediterráneo
durante el mes de mayo, alcanzándose unos rendimientos de 12-18 Tn/ha. La
recolección es manual cortando 8-10 cm de tálamo floral.
Para
consumo en fresco, las alcachofas se clasifican en función de su diámetro
ecuatorial, estableciéndose tres categorías (extra, I y II). Las alcachofas
se disponen en cajas y se almacenan en cámaras frigoríficas entre 15 y 30
días a 0-1º C y 90-95% de humedad relativa.Las
alcachofas también pueden destinarse a la industria conservera.