El
maíz (Zea mays) pertenece a la familia de las gramíneas. Se trata pues de un
cereal.
El
sistema radicular del maíz es fasciculado, de gran potencia y de rápido
desarrollo. El tallo puede elevarse a alturas de hasta 4 m, e incluso más en
algunas variedades. Las hojas son anchas y abrazadoras. La planta es diclina y
monoica. Las flores femeninas aparecen en las axilas de algunas hojas y están
agrupadas en una espiga rodeada de largas brácteas. A esta espiga se le suele
llamar mazorca.
Las
flores masculinas aparecen en la extremidad del tallo y están agrupadas en
panículas. Son llamadas vulgarmente por los agricultores “penachos” o
“plumeros”, y algunas veces también “pendones”.
La
mazorca está formada por una parte central llamada zuro; también es conocida
por los agricultores por diferentes nombres como “corazón” o
“pirulo”.
El
zuro representa del 15 al 30% del peso de la espiga. El grano se dispone en
hileras longitudinales, teniendo cada mazorca varios centenares.
Nascencia:
comprende el período que transcurre desde la siembra hasta la aparición del
coleóptilo, cuya duración aproximada es de 6 a 8 días.
Crecimiento:
una vez nacido el maíz, aparece una nueva hoja cada tres días si las
condiciones son normales. A los 15-20 días siguientes a la nascencia, la
planta debe tener ya cinco o seis hojas, y en las primeras 4-5 semanas la
planta deberá tener formadas todas sus hojas.
Floración:
a los 25-30 días de efectuada la siembra se inicia la panoja en el interior
del tallo y en la base de éste. Transcurridas 4 a 6 semanas desde este
momento se inicia la liberación del polen y el alargamiento de los estilos.
Se
considera como floración el momento en que la panoja se encuentra emitiendo
polen y se produce el alargamiento de los estilos. La emisión de polen dura
de 5 a 8 días, pudiendo surgir problemas si las temperaturas son altas o se
provoca en la planta una sequía por falta de riego o lluvias.
Fructificación:
con la fecundación de los óvulos por el polen se inicia la fructificación.
Una vez realizada la fecundación, los estilos de la mazorca, vulgarmente
llamados sedas, cambian de color, tomando un color castaño.
Transcurrida
la tercera semana después de la polinización, la mazorca toma el tamaño
definitivo, se forman los granos y aparece en ellos el embrión. Los granos se
llenan de una sustancia leñosa, rica en azúcares, los cuales se transforman
al final de la quinta semana en almidón.
Maduración
y secado: hacia el final de la octava semana después de la polinización,
el grano alcanza su máximo de materia seca, pudiendo entonces considerarse
que ha llegado a su madurez fisiológica. Entonces suele tener alrededor del
35% de humedad.
A
medida que va perdiendo la humedad se va aproximando el grano a su madurez
comercial, influyendo en ello más las condiciones ambientales de temperatura,
humedad ambiente, etc., que las características varietales.
Temperatura: para la siembra
del maíz es necesaria una temperatura media del suelo de 10 ºC, y que ella
vaya en aumento. Para que la floración se desarrolle normalmente conviene que
la temperatura sea de 18 ºC como mínimo. Por otra parte, el hecho de que
deba madurar antes de los fríos hace que tenga que recibir bastante calor. De
todo esto se deduce que es planta de países cálidos, con temperatura
relativamente elevada durante toda su vegetación.
La
temperatura más favorable para la nascencia se encuentra próxima a los 15 ºC.
En
la fase de crecimiento, la temperatura ideal se encuentra comprendida entre 24
y 30 ºC. Por encima de los 30 ºC se encuentran problemas en la actividad
celular, disminuyendo la capacidad de absorción de agua por las raíces.
Las
noches cálidas no son beneficiosas para el maíz, pues es la respiración muy
activa y la planta utiliza importantes reservas de energía a costa de la
fotosíntesis realizada durante el día.
Si
las temperaturas son excesivas durante la emisión de polen y el alargamiento
de los estilos pueden producirse problemas.
Si
sobrevienen heladas antes de la maduración sin que haya producidotodavía la total transformación de los azúcares del grano en almidón,
se interrumpe el proceso de forma irreversible, quedando el grano blando y con
un secado mucho más difícil, ya que, cuando cesa la helada, los últimos
procesos vitales de la planta se centran en un transporte de humedad al grano.
Humedad: las fuertes
necesidades de agua del maíz condicionan también el área del cultivo. Las
mayores necesidades corresponden a la época de la floración, comenzando 15
ó 20 días antes de ésta, período crítico de necesidades de agua.
En
España el maíz es planta propia de los regadíos o de los secanos húmedos
del norte y noroeste.
Suelo: el maíz se adapta a
muy diferentes suelos. Prefiere pH comprendido entre 6 y 7, pero se adapta a
condiciones de pH más bajo y más elevado, e incluso se da en terrenos
calizos, siempre que el exceso de cal no implique el bloqueo de microelementos.
La
extracción media que se calcula de elementos nutritivos de NPK en el maíz
es, por tm, de 25 kg de N, 11 kg de P2O5 y 23 kg de K2O.
Por
cada 1.000 kg de cosecha de grano esperada se pueden dar, como orientativas,
las siguientes cantidades de abono, expresadas en unidades de N, P2O5
y K2O:
N30 Ud
P2O515 Ud
K2O25 Ud
Si
se espera una producción de 10.000 kg por ha, las cantidades expresadas
habrá que multiplicarlas por 10, y si la cosecha esperada es de 12.000 kg,
habrá que multiplicarlas por 12, etc.
El
análisis del suelo nos dirá si existe o no fósforo o potasio asimilable
y, según las cantidades existentes, podrán modificarse estas cifras que
damos como orientación.
Igualmente,
habrá que tener en cuenta si ha habido un estercolado en año próximo, si
le ha precedido el cultivo de una leguminosa, etc.