1. MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA
La
cebada pertenece a la familia de las gramíneas. Las espiguillas se encuentran
unidas directamente al raquis, dispuestas de forma que se recubren unas a
otras. Las glumas son alargadas y agudas en su vértice y las glumillas están
adheridas al grano, salvo en la cebada conocida por “desnuda”. Las
glumillas se prolongan por medio de una arista.
Las
cebadas cultivadas se distinguen por el número de espiguillas que quedan en
cada diente del raquis. Si queda solamente la espiguilla intermedia, mientras
abortan las laterales, tendremos la cebada de dos carreras (Hordeum
distichum); si aborta la espiguilla central, quedando las dos espiguillas
laterales, tendremos la cebada de cuatro carreras (Hordeum
tetrastichum); si se desarrollan las tres espiguillas tendremos la cebada
de seis carreras (Hordeum hexastichum).
La
cebada es una planta de hojas estrechas y color verde claro. La planta de
cebada suele tener un color verde más claro que el del trigo y en los
primeros estadios de su desarrollo la planta de trigo suele ser más erguida.
Se
estima que un 60% del peso de las raíces se encuentra en los primeros 25 cm
del suelo y que las raíces apenas alcanzan 1,20 m de profundidad.
El
tallo es de porte bajo. Las flores tienen tres estambres y un pistilo de dos
estigmas. Es planta autógama. Las flores abren después de haberse realizado
la fecundación, lo que tiene importancia para la conservación de los
caracteres de una variedad determinada.
El
fruto es en cariópside, con las glumillas adheridas, salvo en el caso de la
cebada desnuda.
2.
EXIGENCIAS
DEL CULTIVO
La
cebada tiene un coeficiente de transpiración superior al trigo, aunque, por
ser el ciclo más corto, la cantidad de agua absorbida es algo inferior.
La
cebada tiene como ventaja que exige más agua al principio de su desarrollo
que al final, por lo que es menos frecuente que en el trigo el riesgo de
asurado. De ahí que se diga que la cebada es más resistente a la sequía que
el trigo, y de hecho así es, a pesar de tener un coeficiente de transpiración
más elevado.
Se
da la cebada en tierras fértiles, pero puede tener buenas producciones en
suelos poco profundos y pedregosos, con tal de que no falte el agua al
comienzo de su desarrollo. No le van bien los terrenos demasiado arcillosos y
tolera bien el exceso de salinidad en el suelo.
En
cuanto al calcio, la cebada es muy tolerante, vegetando bien incluso en suelos
muy calizos, por lo que muchas veces a este tipo de suelos es corriente
llamarlos “cebaderos”, si bien tiene un amplio margen en cuanto a
tolerancia de diferentes valores de pH.
3.
VARIEDADES
La
cebada de secano se cultiva normalmente en aquellas tierras que, por ser más
ligeras y con menor poder retentivo del agua, no son idóneas para el trigo.
En
lo que se refiere a regadío, permite una siembra más tardía que el trigo,
siendo una especie muy adecuada para ir detrás de cultivos que pueden ver
retrasada su recolección al invierno, como son el maíz, remolacha, etc. A su
vez, al recogerse antes que el trigo, es más adecuada que aquél en aquellas
zonas en que pueda sembrarse una segunda cosecha, como maíz o girasol.
Las
características fundamentales que es necesario tener en cuenta a la hora de
elegir una variedad se pueden agrupar en tres grandes grupos:
a) Productividad: es un factor fundamental, pero visto desde el
prisma de capacidad productiva en condiciones de cultivo más bien mediocres.
Dados
los suelos y climas en que la cebada se va a cultivar, es necesario que la
variedad a sembrar sea capaz de dar buenas producciones en condiciones áridas
y de fertilidad mediocre. Por tanto, un factor fundamental que deben presentar
las variedades de cebada es buena rusticidad cuando vayan a cultivarse en
secano.
Indudablemente,
las cebadas que sean para regadío deben presentar una alta capacidad
productiva.
b) Factores de regularidad de los rendimientos: entre los más
importantes tenemos:
*Precocidad: es muy importante prestar atención a este factor, aunque
la cebada es muy precoz, como tal especie, pero se presentan diferencias
sensibles entre variedades. Dentro de los límites lógicos, marcados por las
fechas medias en que se presentan heladas tardías, es preferible cultivar la
variedad más precoz posible. La adecuada precocidad permitirá una mayor
resistencia a la sequía.
*Encamado: en general, la cebada es más sensible al encamado que el
trigo. Deberá prestarse especial atención a este carácter, ya que en
tierras con suficiente fertilidad, en años lluviosos, el encamado puede
producir disminución de la cosecha y favorecerá que se presenten problemas
en la recolección.
*Resistencia al frío: en general, las cebadas de ciclo corto son
sensibles al frío, aunque existen diferencias varietales. Al sembrarse al
final del invierno en zonas frías, generalmente, pueden escaparse de este
accidente.
*Resistencia a enfermedades y otros accidentes.
c) Factores de calidad: Generalmente, las cebadas de ciclo largo
suelen emplearse para pienso, aunque existen excepciones, mientras que las de
ciclo corto, aunque no todas, se utilizan para maltería y producción de
cerveza.
Para
las cebadas de pienso las seis carreras (suelen ser las denominadas
"cebada caballar") son de mejor calidad que las de dos carreras
(cebada cervecera).
En
las cebadas cerveceras son caracteres importantes: una gran regularidad en la
germinación, bajo nivel de proteínas y alto poder diastásico.
En el
cultivo de las variedades cuyo aprovechamiento sea la maltería es necesario
efectuar correctamente un oportuno y equilibrado abonado nitrogenado, que
permita obtener buenas producciones sin que el grano posea excesivo contenido
en este elemento.