6.1.3.
ÁCAROS (Tetranychus telarius L. O Tetranychus urticae Koch)
Descripción y daños
La araña roja
suele localizarse en el envés de las hojas a lo largo del nervio central,
cerca del racimo, notándose su presencia por unos puntitos de color rojo
junto con las telas de araña y los huevos. Después pasan al racimo,
causando daños en la fruta con la aparición de zonas de color
blanco-plateado., que poco a poco se van haciendo más oscuros.
El
adulto mide unos 0,6 mm, es de forma ovoide, de coloración rojiza. Se puede
observar a simple vista en el envés de las hojas. Las larvas, que son
transparentes, sólo tiene al nacer tres pares de patas. Los huevos son esféricos,
lisis y más o menos transparentes.
Las
condiciones ideales para el desarrollo de la araña roja son temperaturas
elevadas y humedad ambiente baja. Por tanto, hay que vigilar las fincas,
principalmente, en primavera y verano. Al llegar las lluvias y el frío del
invierno se detiene su desarrollo, refugiándose para invernar.
Un
momento adecuado para combatir esta plaga es al comienzo de la primavera,
que es cuando los pocos adultos invernantes pasan de las malas hierbas al
envés de las hojas de la platanera, y aún no se ha iniciado la puesta del
verano.
Tratamientos
En
los primeros tratamientos conviene emplear maquinaria a presión debiendo
mojarse bien el envés de todas las hojas, para que aquéllos sean
efectivos.
Puede
utilizarse uno de los siguientes acaricidas a las dosis que se expresan a
continuación:
-Amitraz 20 %, a 150 cc/Hl.
-Bromopropilato 50 %, a 150 cc/Hl.
-Dicofol 16 % + tetradifon 6 %, a 200-250 cc/Hl.
-Oxi-fenbutaestaño 50 %, 100 g/Hl.
-Cihexaestan 25 %, a 120 g/Hl.
6.1.4.
TALADRO O TRAZA (Hieroxestis subcervinella Walker)
Descripción y daños
La
oruga que ocasiona el daño es de unos 2-2,5 cm de longitud, estrecha,
delgada y con cabeza marrón brillante, siendo típicas las dos manchas de
color gris oscuro en cada anillo del abdomen. Son orugas barrenadoras,
transparentes y de color blanco sucio.
La
"traza" los daños típicos excavando una galería hasta las primeras
"manos" de los frutos. También se localiza su ataque en la zona de
pudrición de la planta "abuela", una vez que se ha efectuado el corte
de la planta después de la recolección. Aquí es donde se localizan las
puestas de las mariposas que dan origen a las orugas. También suelen hacer
las puestas en la última hoja podrida del "rolo", y en la parte
inferior del racimo ("platanillo").
Esta
plaga causa sus mayores daños en los meses de octubre y noviembre. Las máximas
capturas de las mariposas se sitúan en agosto y septiembre.
Un
momento adecuado para combatir esta plaga es hacia el final de la primavera,
que es cuando la población de adultos empieza a ascender.
Tratamientos
La
primera operación consiste en limpiar de hojas la parte superior del tallo
del racimo y despejar la parte inferior del mismo (limpieza del
"platanillo") para impedir la llegada de la "traza" a las últimas
manos del racimo. Así la eficacia del tratamiento es mayor. Por otra parte,
como las larvas se refugian en la parte podrida del "ñame" viejo, es
conveniente tratarlo, pudiendo emplearse para ello insecticidas granulados.
El
tratamiento puede hacerse con alguno de los productos siguientes:
-Diazinon 60 %, a 100 cc/Hl.
-Fenitrotion 50 %, a 150 cc/Hl.
-Triclorfon 80 %, a 200 g/Hl.
Y
de entre los productos granulados puede usarse uno de los siguientes:
-Diazinon 2,5 %, a 15 g por tocón.
-Foxim 10 %, a 15 g por tocón.
Observaciones:
-En general, y en lo referente a tratamientos fitosanitarios, debemos evitar
pulverizar los racimos jóvenes (menores de dos meses), especialmente con líquidos
emulsionables, por el riesgo de producir quemaduras.
-Para que un tratamiento fitosanitario sea lo más eficaz posible se hace
necesario, además de identificar el parásito, conocer su ciclo de vida,
para elegir el momento más oportuno de realizar el tratamiento.
6.2.1.
MAL DE PANAMÁ O "VETA AMARILLA"
Es
la enfermedad más grave que ataca a la platanera y está causada por el
hongo Fusarium oxysporum f. sp. Cubense.
Las
principales variedades comerciales, especialmente la "Gros Michel", son
atacadas por Fusarium. La variedad cultivada en Canarias, la "Pequeña
Enana" se considera como altamente resistente al hongo, aunque esa
resistencia interna es sólo relativa, viéndose disminuida por factores
adversos del medio, tales como frío, suelos de textura arcillosa, mal
drenaje y poco fondo, empleo de aguas salinas en el riego, etc.
Síntomas de los daños
Es
fácil de apreciar la enfermedad, pues causa síntomas llamativos de
amarilleo, seca de hojas y muerte de rodales de plantas.
·
Parte aérea. El síntoma típico de la enfermedad en las hojas empieza con
un ligero amarilleo en el borde de las hojas. Posteriormente avanza hacia el
nervio dejando un borde seco de color marrón claro.
En
otras ocasiones, sobre todo cuando el síntoma se advierte predominantemente
en hojas viejas, éstas aparecen totalmente amarillas sin desecación.
Muchos
peciolos presentan un aspecto muy característico, apreciándose en su parte
externa unas pequeñas manchas alargadas de color púrpura. Cuando se
levanta la piel se observa que la mancha externa corresponde a una necrosis
en los vasos, que generalmente es discontinua. No todas las hojas presentan
síntomas, debiéndose buscar en la cuarta-sexta hoja, contando de fuera a
dentro.
Otro
síntoma claro de la presencia de la enfermedad es la aparición de unas
estrías necróticas en la cara interna de algunas vainas foliares del falso
tallo.
·
Falso tallo. Cuando se corta transversalmente el falso tallo, se suelen
encontrar coloraciones amarillas o necróticas en los vasos, que normalmente
son de color blancuzco. Esta coloración puede afectar a todos los vasos o sólo
a parte de ellos.
·
Rizoma. Los mismos síntomas que se aprecian en el falso tallo se extienden
por el rizoma o "ñame". Se suelen presentar una serie de estrías necróticas,
oscuras o azuladas, sobre fondo blanco ("Veta o vena negra"), o sobre
descomposición secundaria amarillenta ("Veta o vena amarilla").
Es
frecuente en plantas con ataque inicial que la necrosis no afecte al rizoma,
aunque esté extendida en peciolos y falso tallo.
·
Racimo o piña. Nunca se han observado lesiones en piña. Las plantas
afectadas producen "piñas" con retraso o no llegan a producirla. En
todo caso los plátanos no llenan normalmente, denominándoseles plátanos
"habichuelados".
No
se presentan pudriciones en la fruta ocasionadas por ataque de este hongo.
En general las "piñas" producidas por plantas enfermas son más pequeñas
de lo normal, y por tanto de menor peso.
·
Raíces. No hay diferencias definidas entre raíces sanas y raíces
enfermas. Por término medio su estado sanitario es bueno, si los nematodos
están bien controlados
Propagación
La
enfermedad se transmite frecuentemente por "cabezas" o "ñames" de
plantas enfermas, con las que se plantan nuevas huertas o se replantan otras
en cultivo.
Dentro
de una parcela, la enfermedad se propaga de una planta a otra por el suelo y
a través de las raíces. La vía normal es que el hongo penetre por las
raicillas laterales, que están sobre las raíces más viejas, y de éstas
pase al rizoma. También el hongo puede penetrar por las raíces muertas o
por las raíces heridas, de las cuales pasará al rizoma.
También
se puede realizar la propagación con estiércoles infectados por haber sido
alimentado el ganado con plantas que contengan restos de plantas enfermas.
Condiciones favorables para el
desarrollo de la enfermedad
·
Exceso de humedad en el suelo, por cultivar en terrenos fuertes o arcillosos
con mal drenaje, que retienen mucho tiempo el exceso de agua. Cuando no hay
aireación, la infección se produce en las raíces sanas por encontrar un
exceso perjudicial de anhídrido carbónico originado por la respiración, y
aunque la raíz principal es poco afectada, las raicillas laterales enferman
y quedan destruidas.
·
Otro factor que juega un papel importante es el pH del suelo, ya que los
terrenos ácidos y pobres en calcio reúnen condiciones adecuadas para el
desarrollo del hongo.
Medidas indirectas de lucha
Actualmente
no se conoce un tratamiento curativo para este tipo de enfermedad. Sin
embargo se puede luchar indirectamente para evitar su desarrollo y propagación.
Estas medidas de lucha deben ir encaminadas a aumentar el vigor de la planta
para darle una mayor resistencia frente a la enfermedad y, por otra parte,
crear en el suelo un ambiente desfavorable al desarrollo del hongo.
Se
recomiendan las siguientes prácticas:
-Encalar los terrenos con pH ácidos y bajo contenido en calcio en el momento
oportuno y empleando de 1.000 a 2.000 kilo de cal viva por fanegada, como
resultado de los análisis de tierra.
-Abonar racionalmente de acuerdo con los resultados de los análisis
efectuados, especialmente en hojas. Tener en cuenta que se debe emplear
adecuadamente la fertilización potásica, ya que el potasio es un elemento
que está relacionado con la mayor o menor resistencia de las plantas a las
enfermedades. Cualquier causa que limite la absorción de potasio por la
planta, como puede ser un exceso de sodio en el suelo, o una aireación
deficiente del mismo, favorecerá el ataque de la enfermedad.
-Evitar los riegos copiosos, estableciendo además turnos más cortos de
riego.
-En las parcelas donde la enfermedad se ha generalizado, se aconseja cortar
la planta enferma y aprovechar los hijos sanos, eligiendo más adelante el
mejor de ellos.
-También es aconsejable, aunque no del todo necesario, desinfectar los hoyos
donde había plantas enfermas. Observar idénticas precauciones con los útiles
de trabajo.
-Emplear siempre planta sana en las nuevas plantaciones y en los replantes.
-Debe evitarse el empleo de aguas salinas y plantar en suelos salinos,
arcillosos, con mal drenaje, mala permeabilidad y poco profundos.
6.2.2.
AHONGADO DEL PLATANO O "PUNTA DE CIGARRO"
Causado
por el hongo Verticillium o Stachyllidium theobromae Turc., que produce una
necrosis en la punta de los plátanos que se asemeja a la ceniza de un puro.
Se
evita mediante desflorillado, que es la operación de cortar los pistilos de
las flores, aproximadamente a los doce o quince días de nacer la piña.
Un
buen control del hongo se consigue con pulverizaciones dirigidas al racimo
con alguno de los productos siguientes:
-Benomilo 50 %, a 60-80 g/Hl.
-Tiabendazol 60 %, a 150 g/Hl.
6.2.3.
DEIGHTONIELLA TORULOSA (Syd.) M. B. Ellis
En
los últimos años han aparecido ataques de este hongo en los frutos, que
provoca el desarrollo de unas manchas de un color verde oscuro de aspecto
aceitoso, de unos 4mm de diámetro que poseen en su centro una puntuación
similar a una picadura de insecto pero que no lo es.
Este
ataque, por tanto, no debe confundirse con el ataque del trips o araña
roja, cosa que sucede frecuentemente.
Los
frutos jóvenes, de diez a treinta días, son más susceptibles al hongo que
cuando ya son mayores de setenta a cien días.
Parece
que favorece el desarrollo de la enfermedad un drenaje deficiente, un marco
muy estrecho de plantación y un inadecuado control de las malas hierbas.
Para su control
se recomiendan pulverizaciones con compuestos de cobre, zineb, o maneb,
a la dosis de 300 g/Hl de agua, o de Benomilo 50 % a la dosis de 80 g/Hl.