Este
lepidóptero es típicamente mediterráneo y se distribuye por España,
Portugal, Francia, Italia, zonas costeras de Grecia, Turquía, Siria, Líbano,
Palestina, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, y en algunas
zonas de Alemania, Suiza, Hungría y Bulgaria. En España puede localizarse
por toda la península así como en las islas Baleares y ataca a los cedros y
a todas las especies de pinos, tanto autóctonas como introducidas.
Aparte de las
barreras físicas, el clima juega un papel fundamental en dicha distribución,
ya que, como se verá al estudiar la biología de la plaga, existen zonas en
las que las temperaturas alcanzan valores que impiden su desarrollo (-12 ºC)
y otras con elevada pluviosidad que dificultan su proliferación.
La procesionaria
ataca a los cedros y a todas las especies de pinos ubicadas en España (ver
apartado de síntomas y daños: especies de pinos).
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Las hembras adultas realizan las puestas en las acículas de los
pinos guiándose por la vista y el olfato para discernir entre las diferentes
especies de pinos. La elección de las acículas del grosor y longitud
adecuados puede realizase gracias a los estímulos táctiles, aunque en en
determinadas circunstancias premia la urgencia de la oviposición y
pueden llegarse a encontrar puestas incluso en tallos herbáceos. La hembra va
avanzando hacia el extremo de las acículas, mientras sujeta con sus patas un
par de acículas de la misma vaina, depositando los huevos siguiendo un
patrón helicoidal. El número de huevos por puesta oscila entre 120 y 300 y
todo el conjunto queda recubierto por las escamas del abdomen, dando un
aspecto de canuto que recubre las acículas.
La envergadura
de las mariposas femeninas es de 36-49 mm. Las alas anteriores son de color
gris ceniciento, con nerviaciones y bordes más oscuros y tres franjas
transversales. Las alas posteriores son blancas, con bordes grises y una
mancha oscura en la región anal. Presentan pelos grisáceos recubriendo el
tórax. El abdomen es cilíndrico, grueso y está cubierto por abundantes
escamas doradas en su extremo.
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La envergadura de los machos adultos es de 31-39 mm y presentan
abundantes pelos en el tórax. También el abdomen presenta abundantes
pelos en su extremo y es algo más delgado que el de la hembra y cónico. Las
alas posteriores son iguales que las de las hembras, mientras que las alas
anteriores son de color gris con intensidad variable y en este caso las tres
franjas transversales más oscuras son más aparentes que las de las hembras.
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Ambos sexos presentan cuatro quillas transversales en el "canthus",
que es una protuberancia córnea que se localiza en la región frontal de la
cabeza. la coloración también es variable con la temperatura, de forma que
en las zonas más frías los adultos adquieren tonos más oscuros.
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Las orugas tardan en nacer unos 30-40 días. Inmediatamente
después de la eclosión éstas empiezan a alimentarse en el mismo lugar donde
emergen, desplazándose posteriormente a otras zonas en las que construyen
nidos de seda de forma provisional, manteniendo durante los cinco estadios
larvarios un comportamiento gregario. La longitud de una oruga recién
nacida es de aproximadamente 2,5 mm y en su primer estadio puede llegar a
alcanzar los 5-6 mm. Presentan manchas oscuras en la parte dorsal de los
segmentos abdominales y más claras en los torácicos. La pilosidad es
relativamente escasa a simple vista, y la cápsula cefálica es negra al igual
que en el resto de los estadios.
La primera
muda se produce a los 8-12 días, pasando al 2º estadio larvario
que dura unos 12-18 días. Estas orugas pueden alcanzar los 10-12 mm de
longitud. En la parte dorsal presentan abundantes pelos de color
amarillo-anaranjado y de color blanco en el lateral. Entre los mechones de
pelos aparecen unas pequeñas manchas negras que en estadios posteriores
albergarán a los pelos urticantes. En esta fase se reducen los
desplazamientos, aunque son de mayor recorrido y los daños ocasionados a la
planta son mayores.
El tercer
estadio larvario dura unos 30 días y es en esta fase cuando tiene lugar
la formación de los bolsones o nidos de invierno y, por tanto, el
emplazamiento definitivo de la colonia. Además, después de la muda la larva
adquiere su aspecto típico definitivo, que varía en función de las
condiciones climáticas de cada zona, de forma que el color del tegumento se
hace más oscuro conforme la localidad se hace más fría. También en
esta fase se forman los dardos urticantes, que pueden causar serias alergias
en humanos y urticarias, como su nombre indica. Dichos dardos se agrupan en
el interior de dispositivos
formados por repliegues del tegumento. Estos dispositivos permanecen cerrados
cuando la larva permanece inmóvil; cuando la larva se agita se abren ,
liberando los dardos urticantes.
Durante el 4º y
el 5º estadio larvario los cambios que se producen en la apariencia de las
larvas se refieren al aumento tanto de la longitud como del número de pelos
urticantes. Cuando las orugas salen del nido para alimentarse durante la
noche, van tejiendo sobre los bolsones.
La duración del
4º estadio varía en función de la climatología de la zona, de forma
que es mayor en áreas frías, en las que esta fase suele prolongarse hasta el
final de invierno, mientras que zonas cálidas puede reducirse a un mes.
La 5ª fase
larvaria suele durar unos 30 días, durante los cuales las orugas se
alimentan activamente, de forma que pueden llegar a comer por completo las
acículas del pino en el que se ubica la colonia. Llegado este punto y, al
igual que ocurre en estadios anteriores, las colonias descenderían al suelo
para buscar otros pinos donde alimentarse. Cuando las condiciones ambientales
son favorables las larvas maduras abandonan los pinos y se dirigen en
procesión hacia el suelo para enterrarse y crisalidar, La hembra que encabeza
la procesión busca las zonas más soleadas, claros y bordes, cuando se trata
de zonas frías y templadas, dirigiéndose a lugares más sombreados en el
caso de zonas cálidas. La temperatura óptima del emplazamiento del
enterramiento es de unos 20 ºC.
La influencia de
la temperatura sobre el ciclo biológico de la procesionaria se ve
reflejada en los siguientes umbrales (Demolin, 1969):
- Umbral letal
superior. A temperaturas superiores a 30 ºC desaparece el comportamiento
gregario y las orugas abandonan las colonias. A los 32 ºC se produce la
muerte de las larvas. De este modo, dado que el desarrollo embrionario
requiere unos 30 días y que las orugas no soportan temperaturas superiores
a los 30 ºC, la oviposición debe ocurrir aproximadamente un mes
antes de que las temperaturas comiencen a descender por debajo de 30 ºC, de
forma que en las zonas frías las puestas se adelantan a las de las más
cálidas.
- Umbral
letal inferior. Por debajo de -12 ºC pueden morir colonias enteras.
- Umbral de
desarrollo. Cuando la temperatura en el interior del nido es de 20-25
ºC, las orugas son activa, comen y se desarrollan normalmente. Entre 10 y
20 ºC, las orugas siguen alimentando y tejiendo el bolsón, pero no avanzan
en su desarrollo. Así, la 4ª fase larvaria puede prolongarse hasta 4 ó 5
meses.
- Umbral de
actividad. Temperaturas inferiores a los 10 ºC en el interior del nido
detienen la actividad de la colonia, de forma que cuando las noches son muy
frías, las orugas salen a alimentarse durante el día.
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Cada oruga teje su capullo sedoso, pasando entonces a la fase de prepupa,
cuya duración oscila entre los 21 y 30 días en función de la temperatura.
Durante esta fase se producen grandes cambios en la conformación interna,
para dar lugar, tras una nueva muda a la crisálida.
Las crisálidas
son de color castaño-rojizo y forma ovoide. En la hembra alcanzan una
longitud de unos 20 mm, y algo menos en el macho. Su desarrollo tiene lugar en
tres fases:
- Durante la
primera fase, de 10-15 días de duración, se produce una intensa división
celular.
- Durante la
segunda fase, etapa de diapausa, el desarrollo se detiene totalmente
durante un período de tiempo muy variable según las condiciones
climáticas (de unos meses hasta tres o cuatro años), con objeto de que la
emergencia de los adultos coincida con las condiciones más apropiadas para
la supervivencia de las puestas y de las nuevas generaciones larvarias. En
esta fase las crisálidas pueden soportar temperaturas extremadamente bajas
sin morir.
- Durante la
tercera etapa tiene lugar la formación definitiva del adulto y su duración
también oscila según la temperatura, en espera del momento oportuno para
el nacimiento de las mariposas, generalmente en los atardeceres de los días
de verano. La temperatura óptima para la formación de los adultos es de 20
ºC y, una vez realizada la puesta, el desarrollo embrionario se detiene por
debajo de los 11 ºC y se retrasa con temperaturas excesivamente elevadas.
La emergencia de
los machos suele producirse unas horas antes que la de las hembras. Éstos son
atraídos por el aroma de la feromona sexual de las hembras ("pityolure"
), gracias a los
órganos del olfato que se localizan en las antenas, y la cópula normalmente
tiene lugar el mismo día de la emergencia.