1.NECESIDADES
DE AGUA DE RIEGO
La necesidad de agua de riego es la cantidad de agua que debe aportarse a
un cultivo para asegurar que recibe la totalidad de sus necesidades hídricas
o una fracción de terminada de éstas. Cuando el riego es la única
aportación de agua de que se dispone, la necesidad de agua de riego será al
menos igual a las necesidades hídricas del cultivo, siendo mayor cuando
existen pérdidas (escorrentía, percolación, falta de uniformidad en la
distribución, etc.), y menor cuando la planta puede satisfacer sus
necesidades hídricas a partir de otros recursos (lluvia, reservas de agua en
el suelo, etc.).
Por tanto, para poder planificar los
riegos, tanto en lo que se refiere a la frecuencia como a la dosis, es
necesario conocer las necesidades hídricas de los cultivos , es decir , la
cantidad de agua que requieren para un desarrollo óptimo. Según la FAO
(1986) este agua se corresponde con "el nivel de evapotranspiración de
un cultivo libre de enfermedades y creciendo en un terreno de superficie
superior a 1 Ha en unas condiciones óptimas de suelo (ETc)". Dichas
necesidades se miden en mm/día y van a depender en cada momento de diversos
factores: condiciones metereológicas, características del suelo y del propio
cultivo (especie, variedad, estado fenológico, adaptación al hábitat de
cultivo, etc.). Para su cálculo, en primer lugar hay que determinar la
evapotranspiración de referencia (ETo), que se define como (FAO, 1986):
"el nivel de evapotranspiración de una superficie considerable de
césped de una altura uniforme (entre 8 y 15 cm) en crecimiento activo que
recubra completamente el suelo y bien abastecida de agua". Para ello pueden
emplearse diversos métodos, que requieren la medición de distintos
datos climatológicos:
Penman, Blaney-Criddle, medición de la radiación solar, medición de la
evaporación de un tanque evaporimétrico, etc. Entre éstos, el más sencillo
y de uso más extendido es el basado en la medición de la evaporación en
tanque evaporimétrico y, concretamente, de "Clase A".
La programación de
los riegos también puede llevarse a cabo aplicando procedimientos basados
en la medición del volumen de agua en el suelo mediante sondas de neutrones,
técnicas de reflectometría (TDR o Time Domain Reflectometry) o por el
método gravimétrico, pero estos métodos presentan el inconveniente de que
son caros o de difícil aplicación. No obstante, también es útil la medida
de la tensión del agua en el suelo mediante tensiómetros,
siendo éste el método más empleado en riego por goteo, ya que se ajusta a
las necesidades del agricultor.
Adicionalmente, existen sofisticados
métodos que tienen en cuenta determinados parámetros de la planta, como tensión de la savia y temperatura
foliar, cuya medición se realiza mediante cámaras de presión y termómetros de infrarrojos,
respectivamente.
Las primeras son instrumentos que evalúan
el estado hídrico de la planta a partir de la medida de la tensión de la
savia, de forma que a mayores valores de tensión mejor es el estado hídrico
de la planta. No obstante, este método costoso y de difícil aplicación. El
termómetro de infrarrojos aún está en fase experimental y consiste en
un dispositivo para la medida de la temperatura foliar: dado que la
transpiración tiene un efecto refrigerante, un aumento de la temperatura
supone una reducción de la transpiración y por tanto un déficit en la
absorción de agua por la planta.
2.TANQUE
EVAPORÍMETRO DE CLASE A.
Se
trata de un recipiente cilíndrico fabricado a base de hierro galvanizado, de
1,21 m de diámetro y 25,4 cm de alto, que se coloca a unos centímetros sobre
el suelo utilizando una plataforma, generalmente de madera El agua de la
cubeta debe mantenerse a 5-7 cm del borde.
La
evaporación debe calcularse diariamente por diferencia entre dos lecturas
consecutivas del limnímetro (instrumento dotado de un tornillo micrométrico,
que permite determinar el nivel de agua en el tanque). Es recomendable
realizar dichas lecturas a primera hora de la mañana y a la misma hora.
A
partir del promedio de los valores de la evaporación (E), para períodos de
al menos una semana, se calcula la ETo, mediante la siguiente expresión:
ETo
= Kp x E, siendo Kp un coeficiente que depende de las características del
tanque, situación, condiciones climáticas, etc.
La
ETc se calcula a partir del valor de la ETo, conociendo el coeficiente de
cultivo específico en la zona (Kc):
ETc
= Kc x ETo
El
valor de Kc depende del cultivo (especie e incluso variedad), de su ciclo
vegetativo, y de su fenología, así como de las condiciones específicas del
cultivo en la explotación (densidad de población, orientación de las
líneas, etc.) y de las condiciones climáticas locales. Por tanto, este
coeficiente varia a lo largo del ciclo de cultivo,
creciendo desde los valores más bajos en el período inicial (siembra o
trasplante) a lo largo de la fase de crecimiento vegetativo, alcanzando los
valores más altos en el período de máximo desarrollo (máximo sombreado del
suelo) y decreciendo en la maduración o
senescencia.
Posteriormente se tendrán en cuenta otras fuentes de suministro,
así como una serie de coeficientes que consideren el rendimiento de la
instalación de riego y su uniformidad y el aporte necesario que
permita cubrir las necesidades de lavado de sales, para finalmente realizar un
balance
hídrico que será el que nos indique las dosis real de riego:
Nr
= ETc - R + Lr
Donde:
Nr, son las necesidades netas de
riego.
R, es el agua que utiliza el cultivo
procedente de fuentes distintas al riego.
Lr, es la fracción de lavado.
3.USO
DE TENSIÓMETROS.
Un tensiómetro es un instrumento que indica
el esfuerzo que han de realizar las raíces del cultivo para extraer del suelo
la humedad que necesita, actuando como una raíz artificial. Consiste en un
tubo sellado herméticamente, equipado con una punta cerámica porosa y un
vacuómetro, este último con una escala de 0 a 100 cb (centibares). Se coloca
en el suelo de forma que controle la humedad disponible en toda la zona de
crecimiento de las raíces. La tierra seca extrae líquido del tensiómetro
produciendo un vacío parcial en el instrumento que queda reflejado en el
vacuómetro, de forma que cuanto más seca está la tierra, más elevado es el
valor registrado en el dial de vacuómetro. Cuando se humedece la tierra, el
tensiómetro vuelve a absorber humedad del suelo, reduciéndose la tensión,
con lo que el vacuómetro señalará un valor menor.
La interpretación de las lecturas es la
siguiente:
- Lecturas de 0 a 10 cb: indican que el
suelo está saturado o cuanto menos a la "capacidad de
campo". Son normales si se considera un período de un día o dos
después de un riego, aunque si perduran indican un exceso de humedad,
generalmente debido a un riego demasiado abundante.
- Lecturas de 10 a 20 cb: indican que la
humedad está a disposición de la planta con un esfuerzo mínimo. Con el
riego por goteo generalmente se procura mantener las lecturas dentro de esta
gama, cuando se coloca el tensiómetro a una distancia de aproximadamente
medio metro del gotero.
- Lecturas de 30 a 60 cb: en esta gama de
lecturas está asegurada una buena oxigenación de las raíces. En zonas
cálidas y cuando se trate de regar tierras muy arenosas, es recomendable
iniciar los riegos con lecturas de 40 a 45 cb. En las zonas frescas o
en las tierras con un gran poder de retención, se iniciarán con lecturas
de 45 a 60 cb.
- Lecturas de 70 ó superiores: indican que
la planta está padeciendo estrés y se acerca al punto de marchitamiento,
ya que le resulta muy difícil extraer la humedad.
Estos instrumentos sobre todo dan buenos
resultados en riego por goteo, siendo aceptables en riegos por inundación y
poco eficientes en riego de pie o a manta.
Normalmente se colocan al menos dos
tensiómetros a distinta profundidad en cada punto a controlar, procurando el
buen sellado para evitar que el agua penetre directamente el el instrumento.
Para ello se prepara una pasta saturada con agua y al tierra donde se va a
colocar y se deposita en el fondo del orificio practicado para tal fin. El
más superficial de los tensiómetros se coloca a una distancia de 30-40 cm
del emisor y es el que indica el agua disponible para el cultivo y el más
profundo orienta sobre las pérdidas y la evolución de la humedad a lo largo
del perfil y se dispone de forma que alcance la profundidad del cultivo y algo
más distanciado del emisor.