La Pyricularia ha sido
considerada como la principal enfermedad del arroz debido a su amplia distribución
y su poder destructivo bajo condiciones favorables. En la última década, las
infecciones de Pyricularia se
han producido en regiones o áreas aisladas.
Este hongo suele afectar a los arrozales andaluces, pero este año ha
habido ungran ataque a los
arrozales valencianos. Habitualmente los arrozales valencianos no suelen verse
afectados, pero este año han coincidido condiciones de elevada humedad y
temperatura que han provocado una gran infección, afectando a 4.000 hectáreas
de arrozal de la Albufera.
La Pyricularia oryzae se
desarrolla cuando las temperaturas oscilan entre 22º - 29º y se alcanzan
elevadas humedades relativas en torno al 90%. Si las concentraciones en Nitrógeno
del agua de riego son elevadas se favorece el desarrollo del hongo; esta es una
de las posibles causas de la última infección en la Albufera de Valencia, ya
que parte del agua con la que se riega procede de una depuradora cercana.
El hongo de la Pyricularia
produce gran cantidad de esporas (de 3.000 a 6.000). Para evitar que se produzca
esta esporulación hay que adoptar estrategias que la impidan. Esto se lleva a
cabo mediante el análisis de la regulación genética de la esporulación. La técnica
se basa en localizar el gen responsable de la esporulación, de modo que se
destruya o inactive mediante control químico o biológico.
La Pyricularia está
considerada como una enfermedad criptogámica compleja debido a la variabilidad
patogénica y la rapidez con la que este hongo vence la resistencia de la planta
de arroz.
La propagación de esta enfermedad se atribuye a una serie de causas:
-Nuevas variedades
En los últimos 30 años se han utilizado variedades
con elevados rendimientos y escasa variabilidad genética, por lo que los
ataques de Pyricularia han sido muy
importantes.
-Cambios de los sistemas de cultivo
Al no realizarse rotación de cultivos el siguiente año
hay una elevada presencia de esporas de Pyricularia.
-Cambios en las prácticas culturales
Las nuevas variedades requieren de una elevada
cantidad de Nitrógeno, que favorece el desarrollo de Pyricularia.
El hongo produce manchas o lesiones en las hojas, nudos y en las
diferentes partes de la panícula y los granos.
En la hoja los síntomas consisten en unas manchas típicamente elípticas
con terminaciones en punta, frecuentemente con el centro gris o blancuzco, y con
un borde marrón rojizo. El tamaño y la forma de la mancha varia dependiendo de
las condiciones ambientales, la edad de la mancha, el grado de susceptibilidad
del cultivar y del abastecimiento de nitrógeno de la planta,
El nudo y la raíz se pudren si se ven atacados por Pyricularia. En la panícula se producen lesiones oscuras.
Frecuentemente son atacadas las zonas cercanas a la base de la panícula y a
veces cae.
Las variedades de arroz del tipo índico o japónico son mucho más
propensas a desarrollar este hongo que las variedades tradicionales.
Cuando nos encontramos en plena campaña habrá que utilizar un
fungicida adecuado, teniendo en cuenta que el grano está ya presente y
guardando los plazos de seguridad adecuados para la recolección. En algunas
ocasiones los organismos oficiales realizan tratamientos aéreos para combatir a
este hongo.
Si se cultivan variedades de tipo índico o japónico deben hacerse
tratamientos preventivos.
Tras la recolección, habrá que tener mucha precaución con los restos
de la cosecha. Para eliminar el hongo lo mejor sería quemar la paja para
destruir totalmente las esporas, pero esta técnica no es muy recomendable, por
el gran impacto que causa. Para evitar que el hongo aparezca el año siguiente
hay que desinfectar las semillas.
La mayoría de las estrategias de manejo y control de la Pyricularia
están basadas en la obtención de variedades resistentes.
Se están llevando a cabo investigaciones para el desarrollo de
resistencia incompleta o parcial que tolera algún grado de infección. Esto es
debido a que la resistencia monogénica frecuentemente se hace vulnerable a la
enfermedad por adaptación del patógeno y en 2 ó 3 años se vuelve a producir
la infección. Si se permite algún grado de infección se disminuye la presión
de selección de nuevos patotipos más virulentos que el primero.
El objetivo de la resistencia parcial es reducir tanto el número como
el tamaño de las lesiones, así como la esporulación del hongo en la planta.
Esta resistencia podría obtenerse de dos formas distintas: a partir de
genes mayores, que ofrecen resistencia completa a ciertos tipos de hongo o con
genes menores, que confieren una resistencia parcial. Así estos genes serían
integrados dentro del ADN de la planta para que expresara su resistencia.
En el desarrollo de cultivares con resistencia permanente, estos
cultivares están siendo analizados utilizando un mapeo cuantitativo de los loci
en otros cultivos. Moroberekan es un cultivar autóctono africano, que es
conocido por tener una resistencia permanente a Pyricularia.
Este cultivar , que es de tipo japónica, se cruzó con el cultivar
CO39 de tipo índica produciéndose 281 F7. Los resultados obtenidos sugieren
que el cultivo Moroberekan contiene más genes mayores que están siendo
identificados en la actualidad.
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