Porte:
arbusto o arbolillo de2 a 5 m de altura, con la copa
extendida e irregular. Produce en el cuello muchas varas muy
ramificadas, tortuosas si son viejas y erectas si son
jóvenes.
Sistema
radicular: raíces poco profundas, largas, nudosas y
emiten normalmente vástagos de estas nudosidades.
Hojas:.grandes,
alternas, ovales, redondeadas, pecioladas, rugosas, pelosas
en el haz, de color verde-amarillento y doblemente aserradas.
El peciolo es muy corto y las estípulas son oblongas,
obtusas, verdes y caducas.
Flores:
el avellano es monoico. Las flores masculinas están
dispuestas en amentos cilíndricos, de 4-6 cm de largo,
colgantes, amarillentos y colocados hacia la parte externa
del ramo. Cada flor masculina tiene una escama trilobulada,
en cuya cara interna se insertan los estambres en número de
unos 8 y sin restos de pistilo. Las escamas son algodonosas,
trilobuladas, de color verde claro y con extremidad
acuminada. Las flores femeninas están también reunidas en
amentos muy cortos, que salen solitarios en el ápice de
pequeños ramos laterales, o reunidos 2-4 en la base del
pedúnculo que lleva los amentos masculinos. El cáliz peloso
(cúpula) envuelve el ovario a modo de saco.
Fruto:
Aquenio en forma de copa y partida. El pericarpo es óseo
(cáscara). La testa es lisa, casi de color canela. Envuelve
generalmente una sola semilla.
Es
una planta de climas templados, aunque tiene un área de
distribución notable (de Asia Septentrional pasa a Rusia,
Austria, Alemania, Francia, España e Italia). Prefiere
localizaciones aireadas, pero no ventosas, ya que el viento
perturba la fecundación. Una temperatura elevada unida a
cierto grado de humedad favorece mucho la fructificación y
el desarrollo de las avellanas. Sin ser muy exigente, el
avellano requiere un terreno profundo, fresco, blando, de
naturaleza silíceo-calcáreo-arcillosa o
calcáreo-silíceo-arcillosa y de subsuelo permeable. No se
da bien en terrenos excesivamente arenosos ni en los terrenos
arcillosos donde puede verse afectado por las aguas
estancadas, adquiriendo la planta un desarrollo limitado.
El
avellano se multiplica por semilla y por vástagos. Se puede
propagar también por acodo, por estaca y por injerto, pero
estos dos últimos métodos son muy poco usados. Se hace el
injerto a yema velando o por aproximación.
Se
pueden reunir en tres grupos, pertenecientes a las tres
subespecies siguientes:
-Corylus avellana racemosa (Lam): de fruto orbicular,
ramas oblicuas, hojas amplias y numerosas, avellanas
agrupadas en racimos, redondas, con frecuencia estriadas y
muy voluminosas. Variedades: Santa María de Jesús, San
Juan, San Nicolás y San Cono.
-Corylus avellana glandulosa (Lin.): de fruto grueso,
mediano o pequeño en forma de bellota, en forma de mitra,
cónico con base más estrecha y ápice acuminado o
deprimido. Cáscara menos dura. Es muy rústica y vigorosa,
alcanzando un desarrollo casi arbóreo. Variedades:
Ghiannusa, Cannellina, Minnulara, Panuttara, Baccilara,
Muddisi, Piattiddara, avellano común, avellano ordinario,
avellano de España, etc.
-Corylua avellana máxima
(Lam.): vulgarmente
Napolitanoo Avellano de fruto globoso, que crece muy
rápidamente y alcanza gran altura, con ramificaciones y
hojas raras. El fruto es globoso o redondo, grueso, mediano,
de cáscara dura. Variedades: Badara ubertosa, Cerro, Pigra,
Privitera, Balzanotto, San Giorgio, Reganati, Rizo, San Elmo,
Avellano de Inglaterra, Avellano estriado, etc.
La
plantación del avellano se realiza desfondando primero el
terreno. Durante los tres primeros años se realiza durante
el invierno una cuidadosa labor de pala y durante el año una
o dos cavas, para destruir las malas hierbas. A continuación
se hace por lo menos una labor de pala al año.
Las
plantas se colocarán sobre el terreno en posición
quincundial y a 4 m de distancia, por término medio, aunque
en terrenos poco fértiles se puede limitar la distancia a 3
m y en terrenos excepcionalmente favorables se pueden
distanciar las plantas entre sí hasta 9 m.
Hay
que tener en cuenta que el avellano es muy exigente en calcio
y en menor grado en potasio y el fósforo.
En
los climas cálidos presenta necesidades de riegos.
El
avellano es una planta arbustiva y la poda de formación debe
realizarse teniendo en cuenta su naturaleza. Posteriormente
se irán desmochando los vástagos que surjan de la base y se
irán reemplazando los ramos fructíferos conforme se vayan
agotando.
La recolección se lleva a cabo cuando el involucro ha
cambiado de color y empieza a marchitarse y especialmente
cuando se destaca fácilmente, ya que de realizarse con
antelación, la semilla no llena completamente la cavidad de
la cáscara y es más insípida. Se lleva a cabo de forma
manual y posteriormente se extienden las avellanas en on
granero seco, no disponiéndolas nunca en capas de más de 40
cm de espesor. Cada dos o tres días deben ser cuidadosamente
revueltas y al cabo de 15 días se golpean para separa la
cúpula o se agitan en cribas para que adquieran un color
rojo brillante. Después de golpeadas, se separan con un
rastrillo apropiado. Las avellanas que permanecen aún con la
envuelta adherida demuestran que son imperfectas y deben
separarse inmediatamente. Posteriormente también deben ser
removidas cada dos o tres días para evitar el ataque de
hongos.
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