Origen:
Cuenca del Amazonas (norte de Brasil).
Se puede encontrar desde México hasta Perú y Brasil incluyendo además
Hawaii, Puerto Rico
y algunas partes del sur de la Florida.
Planta:
Árbol bajo, de 7-20 m de altura, generalmente ramificado en su base.
Sistema
radicular: En condiciones favorables (suelos arenosos bien
drenados), el árbol puede desarrollar un sistema de raíces laterales
extensas y una raíz pivotante profunda.
Hojas:
Alternas, de pecíolo corto, de forma ovada u ovada-oblonga con
base en cuña u obtusa y redondeada o ensanchada; algunas veces el ápice es
muy obtuso, entero, coriáceo, pinatinervado con venas transparentes, de color
verde oscuro o verde amarillento y brillante en el haz, verde brillante y
opaco en el envés, liso en ambas superficies, de 7-20 cm de largo y 4-12 cm
de ancho. Los pecíolos son aplanados con la base un tanto dilatada y
generalmente de color café y de 1-1,5 cm de largo.
Flores:
Se presentan en corimbos en un lado en las ramas de una terminal; son erectas,
corimbiformes, anchas, fragantes, con flores bisexuales y masculinas
presentándose intermezcladas; el panículo es de 15-85 cm de largo. Los 5
sépalos son lanceolados en forma angosta, agudos, de color verde intenso y
densamente pubescentes externamente, de color verde-amarillento por dentro y
de 0,3-0,4 cm de largo. Los pétalos son lineales-lanceolados, agudos,
densamente pubescentes en ambas superficies, de color blanco o blanquizco
manchados de violeta, tornándose pronto de color rojo claro, de 1-1,2 cm de
largo y 0,1-0,15 cm de ancho. Hay de 7 a 10 estambres unidos en la base en un
tubo, desiguales, de los cuales sólo uno es fértil. El estilo es subterminal,
filiforme, blanco, liso y de 1 cm de largo.
Fruto: Son nueces profundamente reniformes, marginadas en un lado y
marcadas ahí con una cicatríz que ha dejado el estilo, de una semilla, de
color verde-grisáceo, de brillo tenue, de 2,5-3 cm de largo y 2-2,5 cm de
ancho. La nuez tiene forma de pera, carnosa, de color amarillo o rojo y
brillante; el pedicelio, o la manzana del marañón es de 4-8 cm de largo y
4-6 cm de grueso.
El anacardo crece en forma silvestre en muchos países
tropicales, no sujetos a heladas, lo que indica que este cultivo es rústico. Sin
embargo, cuando se trata de establecer plantaciones comerciales debe conocerse
las mejores condiciones agroclimáticas para su cultivo.
El árbol del
anacardo crece bien en zona tropical de la Costa del
Pacífico con estación seca de 4 hasta 7 meses de duración. Se encuentra también
en algunas partes de la Costa Atlántica, pero su período de producción es más
limitado, debido al exceso de lluvias.
Los requerimientos climáticos del
anacardo son los
siguientes:
Temperatura:
20-30°C. Como
rango ideal se podría considerar un máximo de 38°C y un mínimo de cerca
de 20°C. Puede tolerar bajas
temperaturas (por ejemplo, acercándose a los 0°C, durante periodos cortos).
Precipitación: 600-2000 mm.
Puede crecer
bajo un régimen de precipitación amplio, dependiendo de lo largo de la
estación seca y las condiciones de suelo que afectarán el crecimiento de
la raíz. En condiciones de
suelo favorables, donde el sistema de raíces está bien desarrollado, se
desempeñará bien bajo una precipitación total menor que en condiciones de
suelo menos favorables. En
condiciones alimentadas por lluvia en una situación de estación seca de 4
- 5 meses, una precipitación total de 1.000 á 2.000 milímetros se
considera generalmente como preferible. El marañón responde bien al riego complementario durante la estación
seca. El volumen de agua
aplicada es un factor del tipo de suelo así como también del método de
aplicación.
Humedad
relativa. El anacardo puede resistir largos períodos de baja humedad (por
ejemplo 25%, siempre que el árbol tenga acceso a suficiente agua (riego).
Sin embargo, la humedad alta (es decir más del 80%) es propicia para
el desarrollo de hongos, especialmente la antracnosis y para la presencia
excesiva de plagas de insectos.
Altura: 0-1000
m s.n.m. La producción decae rápidamente arriba de los 600
metros de altitud; sin embargo, en áreas menores a los 400 m s.n.m, se obtienen
los mejores rendimientos.
El árbol del
anacardo resiste bien a la sequía. Las quemas
constituyen un problema mayor en época seca en las plantaciones mal cuidadas.
Esto se debe a la resina que contienen las plantas, cualquier quema de malezas
puede diseminarse rápidamente a la plantación y destruirla por completo.
En general el
anacardo se adapta bien a las diferentes clases de
suelos siempre que tengan buen drenaje, que sean profundos, arenosos y de
textura liviana.
El suelo más óptimo son aquellos de textura franca, con una
profundidad mayor de 0.9 m, con pendiente que va de 0 a 5% y de buen
drenaje. La
profundidad de suelo ideal es de tres metros. El anacardo no puede resistir suelos mal drenados, ya sea con un alto
contenido de barro o suelos compactados con talpatate (capa dura).
Las mejores plantaciones están normalmente en suelos con un pH
de 5 a 7.5. Se pueden utilizar terrenos de topografía plana (la más
recomendada), inclinada y quebrada, en pendientes con un rango de 2-45%.
Actualmente se conocen dos tipos de frutos, de
manzana roja y amarilla, éstas últimas son menos astringentes que las rojas. Hay
también diferencias pronunciadas en cuanto a tamaño y forma, por ejemplo existen
frutos de manzana amarilla grande, cuadrada y semilla grande, otro grupo de
manzana amarilla grande, cónica y semilla pequeña, y frutos rojos pequeños,
achatados, con semilla grande.
Entre las variedades más
cultivadas destacan Vengurla, Bhubaneshwar, Kanaka, Dhana
Selection, etc.
La siembra del anacardo
puede ser directa o por transplante:
4.1.1. Siembra Directa
Consiste en remover bien la tierra con barras profundizándose
lo más que pueda (50 cm). Seguidamente se colocan 3 semillas por postura con la
parte más ancha hacia arriba, algo inclinada y a una profundidad de 5 cm. A los
10 o 15 días las plántulas germinan, se dejan un tiempo prudencial y se
seleccionan las más vigorosas.
Este método resulta bastante caro debido a que las limpias son
mayores y los cuidados culturales se dificultan por tratarse de áreas
grandes.
4.1.2. Siembra por Transplante
Es un sistema muy recomendado por que permite brindar mayores
cuidados a la planta al inicio del crecimiento en el vivero. Por otro lado los
costos de mantenimiento y supervisión disminuyen permitiendo, llevar al campo
plantas vigorosas, de buena calidad y que estarán listas para ser transplantadas
de 1 1/2 a 2 1/2 meses de edad, procurando obtener plantas en la época de
lluvia.
La fecha de siembra recomendada es de Mayo a Junio.
4.1.3. Densidad de siembra
El anacardo se suele sembrar a distancias de 6 x 8 hasta 8 x 10
metros, o seas a una densidad de 125 a 270 árboles por ha. De acuerdo a la
riqueza y profundidad del suelo.
También se recomiendan sembrar primero a una distancia de 5 x 5
metros (400 árboles por hectárea). Después de cinco años se suprime un árbol
entre dos, y a los 10 años, una línea entre dos. Quedan 100 árboles por
hectárea.
Los dos primeros años es aconsejado cultivar frijoles u otros
cultivos de porte bajo (camote, pipián) en asociación con el marañón de manera
que asegure una buena limpieza y evitar así los incendios.
La mayoría de los árboles de anacardo del mundo han
sido sembrados mediante semilla.Debido
a que el anacardo es un árbol de polinización abierta, la siembra mediante
semilla conduce a una amplia variación en el desempeño.Para mantener la integridad genética completa se requieren otras
formas de multiplicación. La propagación in
vitro todavía no ha resultado exitosa y la propagación mediante esquejes
es notablemente difícil.El método
efectivo actual para la propagación vegetativa es el injerto de escudete.El injertado mantiene los beneficios mayores de la propagación
vegetativa, pero todavía se tiene que encontrar el factor de interacción de
la reserva de raíces.
Las plantas entran en producción al segundo o tercer año
después de la siembra y siguen produciendo durante 25 a 30 años.
Su estado óptimo de madurez es cuando la manzana
se desprende sola
del árbol, por eso es importante que antes de la cosecha el suelo esté libre
de malezas. La nuez se desprende de la manzana con un leve torcimiento.
Los rendimientos alcanzados son función de la reserva genética,
condiciones del medio ambiente (suelo, clima), espaciado y los insumos de
manejo.La práctica contemporánea
involucra plantas de semillero con un bajo nivel de insumo (nutrición y control
de plagas). En esta situación los
rendimientos comerciales varían de cerca de 250 Kg. por hectárea, donde las
condiciones no son favorables, a cerca de 1.000 Kg. por hectárea, donde las
condiciones son buenas.
El árbol
comienza a producir al segundo año de plantado, considerándose un promedio de
200 kg/ha de nuez y 1,200 kg/ha de falso fruto por hectárea. Al 8º año se
pueden producir 3 Ton/ha de nuez y 24 Ton/ha de falso fruto.
Investigaciones hechas en Australia han demostrado que cuando todos los
factores son favorables (suelo, clima, árboles de injerto superiores, nutrición,
riego y control de plagas), se pueden lograr rendimientos extremadamente altos,
con una cosecha de buena calidad.En
estas circunstancias se puede obtenerrendimientos
de 4.000 Kg. por hectárea en 5 á 6 años y se estima que en el futuro se
lograrán rendimientos aun mayores.