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Francos:
compatibles con casi todas las variedades. Prefieren suelos ricos y profundos
y toleran suficientemente bien los suelos encharcadizos. Proporcionan un vigor
considerable a la variedad, por lo que no deben cultivarse con densidades de
plantación muy elevadas. El más utilizado es F 12/1.
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Santa
Lucía: se adapta a suelos calizos, secos y sueltos. Es muy sensible a
suelos encharcados. La compatibilidad con las variedades no es perfecta,
apareciendo problemas de incompatibilidad demorada, cuando el árbol empieza a
dar fruto, partiéndose por el punto de injerto a causa del viento. Confiere
menor vigor que los francos a la variedad, por lo que se adapta a plantaciones
de elevada densidad. El más conocido es Santa Lucía 64 (SL 64) que es clonal.
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Guindo:
son muy sensibles a suelos encharcadizos y pesados. Presenta numerosos
patrones, pero que en general se utilizan muy poco, ya que son muy productores
de sierpes, que dificultan las labores y consumen energía. Los de uso más
extendido son los americanos Vladimir y Stockton y Eda Briz, seleccionado en
Zaragoza. Las selecciones belgas Camil, Damil e Inmil se están proponiendo
como muy adecuados, pero aún no se han impuesto.
Los
marcos de plantación se diseñan en función del vigor de la planta (a mayor
vigor disminuye la densidad de plantación). En el Valle de Jerte con patrones
francos formados en vaso son frecuentes los marcos de 9 x 9, e incluso
densidades más bajas. Para los patrones Santa Lucía se suelen utilizar
marcos reales de 6 x 6 y 7 x 7. Sólo con algunos guindos se pueden emplear
marcos de 3 x 1, con formaciones en seto fáciles de conducir al principio,
apareciendo problemas posteriormente debido a la elevada densidad.
Las
estrategias a llevar a cabo para controlar el vigor son las siguientes: no
sobreabonar, no regar en exceso, realizar un corte radical con sierra mecánica
(topping) cuando superen los 2,5 m de altura (aunque el árbol sufre mucho,
sigue dando producción en las partes bajas) y siempre que sea posible
utilizar patrones que disminuyan el vigor de la variedad.
Es
una especie que demanda grandes cantidades de abonado nitrogenado y potásico,
sin embargo, como ocurre con la mayoría de los frutales, no parece necesitar
grandes aportes de fósforo. Las clorosis férricas son frecuentes en suelos
calizos, por lo que en dichas condiciones es recomendable la utilización de
patrones Santa Lucía y la aplicación de hierro quelatado. También son
frecuentes las deficiencias de manganeso y zinc. El aporte de calcio es
frecuente para evitar problemas de agrietado, ya que reduce la absorción de
agua, aunque también se pueden llevar a cabo otras estrategias de forma
conjunta o independiente como son la selección de variedades tolerantes y la
aplicación de giberelinas para retrasar la maduración y poder escapar a las
lluvias.
Dependiendo
de la variedad y del patrón utilizados, puede cultivarse tanto en secano
fresco como en regadío, en este último cuidando no regar en exceso para
evitar los problemas de agrietado, con aportes de1.000-1.200 mm/año.
Es
una especie que en general responde muy mal a la poda de formación, ya que
sufre bastante. Lo normal es la formación en vaso o pirámide con forma más
o menos libre, siendo más adecuada la formación en pirámide debido a la
tendencia apical del árbol y a que el vaso suele retrasar más la entrada en
producción.
La
poda de regeneración no debe ser muy intensa y debe favorecerse la formación
principalmente de ramilletes de mayo o de chifonas, mediante la reducción de
ramos mixtos vigorosos. El
aclareo de frutosno resulta
rentable.
Las
plagas son las comunes a los frutales de hueso.
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Destaca
la “mosca de la cereza”, que en zonas endémicas y en las de
maduración tardía puede ocasionar auténticos estragos. Las materias activas
más empleadas para su control son: malation y triclorfon.
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En
determinadas zonas es frecuente la aparición del “gusano cabezudo”,
de difícil control, cuyas larvas pueden llegar a acabar con el árbol.
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Los
pájaros en algunas áreas pueden constituir auténticas plagas.
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Los
nemátodos del género Meloidogyne afectan a los patrones Santa
Lucía.