1.Generalidades.
El Singonio (Syngonium
sp.) pertenece a la familia de las aráceas y procede del centro y sur de América, donde crece en las
selvas tropicales, trepando sobre árboles o rocas.
Las especies más populares
(de las más de 20 que existen) son S. podophillum y S.
wendlandii. Presentan tallos herbáceos trepadores que en estado adulto alcanzan varios
metros de longitud, tornándose fuertes y gruesos, aunque conservando su
flexibilidad. Tiene raíces adventicias que procuran el alimento y el sostén
a la planta.
Las hojas surgen de largos
pecíolos envainados que parten de los nudos. Estas hojas, que son de
color verde intenso, al principio tienen forma de flecha (sagitadas), pero
según van alcanzando la madurez se vuelven ovaladas. En las plantas
adultas las hojas están partidas en tres lóbulos, aunque las variedades
cultivadas, normalmente presentan uno sólo.
Las variedades comerciales
más cultivadas son: «Esmerald Gem», «Green Gold », «Albolineatum»,
«Trileaf wonder» y «White Butterfly». También son conocidas las
siguientes variedades obtenidas mediante la propagación «in vitro»:
«Jenny» y «Robusta», compactas y plateadas, «Maya Red», rosada, «Lemon
Lime», amarillenta, etc.
Las variedades compactas
suelen cultivarse para plantas de mesa en macetas de 12-14 cm o
semicolgantes en contenedores de 16-18 cm, mientras que «Esmerald Gem» y
«White Butterfly», junto con otras, se cultivan tutoradas.
La especie originaria
produce inflorescencias en su estado adulto, cosa que no pasa si se
cultiva como planta de interior.
2.Multiplicación.
Normalmente a escala
industrial se realiza la propagación «in vitro»; los productores
emplean los esquejes terminales de las plantas obtenidas en laboratorio
para propagar durante un año para renovarlos posteriormente.
También se puede realizar
la multiplicación por esquejes de nudo con hoja, que resulta muy
sencillo, pero los rendimientos son mucho menores.
Cuando se trata de macetas
de mesa suelen plantarse 6-10 esquejes, según el tamaño final para la
venta, y 8-10 esquejes en plantas tutoradas.
3.Cultivo.
Temperatura: no toleran los cambios
bruscos de temperatura, por lo que lo ideal es que tengan una temperatura
ambiental constante durante todo el año. Cuando la humedad relativa es
elevada y la nutrición adecuada, las altas temperaturas no ocasionan
problemas. Pueden tolerar temperaturas mínimas de 10-12 ºC, siempre que
a continuación la luz y la temperatura no sean excesivas.
Humedad relativa: mejor cuanto más elevada.
Luz: es una planta que requiere
de gran luminosidad, pero difusa, es decir, que los rayos del sol no
incidan directamente sobre las hojas.
Sustrato: puede utilizarse un «sustrato
tipo», que proporciona un buen desarrollo a una amplia gama de cultivos
ornamentales, consistente en (Jiménez y Caballero, 1990):
4 partes de
turba rubia por cada parte de arena fina; si la arena no es de buena
calidad o no está
disponible puede ser sustituida por poliuretano o perlita. A esto se
puede añadir 1-3 g de la siguiente mezcla, según la sensibilidad de la
planta a las sales:
Superfosfato
de cal: 1 g.
Nitrato
amónico: 0,5 g.
Nitrato
cálcico: 0,5 g.
Sulfato
de potasa: 1 g.
Mezcla
de microelementos: 0,05 g.
Sulfato
de magnesio:0,5 g.
Carbonato
cálcico o hidróxido cálcico: en la cantidad necesaria para alcanzar el
pH requerido.
En
el caso de aportar abonos de lenta liberación, sólo será necesario añadir
el compuesto de calcio para aumentar el pH.
Riego: se regará con moderación ya
sea verano o invierno.
Fertilización: se puede aplicar un abono completo de equilibrio
3:1:2, a razón de 150-200 ppm (Jiménez y Caballero, 1990).
4.Plagas y enfermedades.
4.1. Plagas
Esta planta es
atacada por las típicas plagas de invernadero: cochinillas, trips y
ácaros. Los tratamientos químicos se realizarán teniendo en cuenta que
han aparecido casos de fitotoxicidad frente al malation y el cihexaestan.
4.2.
Enfermedades
Cephalosporium.
Hongo que produce manchas foliares pequeñas y rojizas.
Rhizoctonia.
Hongo que causa manchas irregulares acuosas que evolucionan a color
marrón.
Las bacterias Erwinia
y Xanthomonas producen manchas foliares con lesiones
traslúcidas acuosas y la primera de ellas también ataca a los esquejes
cuando enraízan. Son efectivos los tratamientos con antibióticos o con
compuestos de cobre, teniendo en cuenta posibles fitotoxicidades.