HIEDRA
1.-GENERALIDADES.
2.-MULTIPLICACIÓN.
3.-CULTIVO.
4.-PLAGAS,
ENFERMEDADES Y FISIOPATÍAS.
1.Generalidades.
La
hiedra común, Hedera Helix, es una de las pocas plantas originarias de
Europa que puede cultivarse en interiores. Pertenece a la familia de las araliáceas.
Sólo se conocen siete especies, de las que únicamente dos son las comúnmente
empleadas como plantas de interior: H. Helix, con numerosas variedades,
y H. Canariensis o hiedra canaria.
Se utilizan tanto en formas colgantes como de plantas de mesa en macetas, así
como de plantas de jardín.
La
introducción de nuevas variedades de H. Helix es constante, mostrando
variaciones en cuanto a tamaño de las hojas, su forma y el colorido. Así, se
pueden encontrar desde variedades con hojas en forma de simple escudo a aquéllas
con la hoja estrellada, variedades con la hoja completamente verde, otras
variegadas e incluso con complejas mezclas de blanco, crema, gris, verde y
amarillo. No obstante, las variedades más populares son "Chicago" y
"Pittsburg",
que presentan hojas vigorosas con cinco lóbulos completamente verdes. Todas
pueden considerarse buenas plantas de interior y crecen bien en lugares
oscuros, aunque si la oscuridad es excesiva pueden perder el color.
La
hiedra canaria es la que presenta las hojas de mayor tamaño; la de hojas
totalmente verdes no es popular, siendo la variedad más extendida la conocida
como "Gloria de Marengo", de hojas variegadas.
La
mayoría de las hiedras ramifican por sí mismas; si se elimina el ápice
vegetativo, la planta produce de inmediato dos o tres nuevos más abajo en el
tallo. Por tanto, una buena poda hace plantas compactas y espesas, quedando
alargadas y desaliñadas si se dejan si podar.
Desarrollo:
la
hiedra es una planta de desarrollo rápido, aunque se deben despuntar los ápices
vegetativos para que éste sea más compacto. Puede crecer 30-46 cm al año.
La
mayoría de las variedades de H. Helix son bastante pequeñas, aunque pueden
alcanzar hasta 60 cm de longitud. Sin embargo, H. Canariensis alcanza fácilmente
los 2 m de longitud en interior.
Longevidad:
son
plantas de vida relativamente larga y cuando se vuelven demasiado grandes o
desaliñadas pueden trasladarse al exterior, debiendo realizarse el trasplante
a principios de verano para que la planta tenga tiempo de aclimatarse.
Época
de floración: nunca
florecen en interior.
2.
Multiplicación.
Se realiza mediante esquejes apicales del tallo de 7,5-10 cm de
longitud, o mediante esquejes de uno o tres nudos con hojas. Es preferible
colocarlos directamente en la maceta donde se vayan a cultivar para evitar
pérdidas en el trasplante. Para H. helix se sitúan 6-8 esquejes por
maceta de 11 cm y para H. canariensis, de 1 a 3. La temperatura debe
mantenerse próxima a los 20 ºC y es conveniente la nebulización. La
facilidad y el tiempo de enraizamiento oscilan según las variedades, con
mayor rapidez para las verdes que para las variegadas.
El
esquejado puede realizarse en cualquier época del año, siempre que se
mantengan las condiciones ambientales adecuadas.
3.
Cultivo.
Temperatura:
debe situarse entre los 12 y los 20 ºC, con valores algo superiores para
las variedades variegadas.
Luz:
las necesidades de luz oscilan entre las distintas variedades aunque suelen
situarse entre los 15.000 y 35.000 lux. La
incidencia directa de luz solar puede dañar las hojas y blanquearlas, salvo
escasas excepciones. H.
Helix tolera y se desarrolla en lugares muy oscuros. H. Canariensis necesita
luz abundante en todo momento.
Substrato:
puede emplearse una amplia gama de sustratos, aunque el más apropiado es
el sustrato "tipo" descrito para la afelandra (Jiménez y Caballero,
1990), con pH próximo a 6.
Riego:
las hiedras no deben ser regadas en exceso.
Fertilización: para
las variedades de hoja vede puede aplicarse un equilibrio 3:1:2 y para las
variegadas, 2:1:2, a razón de 75-100 ppm.
Poda:
esta operación es recomendable para mantener la forma de la planta y
favorecer su compacidad. Consiste en el despunte de los brotes guía una o dos
veces al año.
4.
Plagas, enfermedades y fisiopatías.
Esta planta es
atacada por las típicas plagas de invernadero: cochinillas, trips y
ácaros. Los tratamientos químicos se realizarán teniendo en cuenta que
han aparecido casos de fitotoxicidad frente al malatio, paration, aceites
minerales, etc.
Entre las
enfermedades destacan las manchas foliares causadas por los hongos Xanthomonas,
Colletotrichum y Alternaria, que se combaten con productos a
base de cobre.
Ennegrecimiento
de las hojas: generalmente se debe a un exceso de riego; debe dejarse secar y
reducir posteriormente la frecuencia de los riegos.
Aparición
de hojas secas: se debe a una temperatura excesiva y escasa humedad relativa.
Blanqueo
de las hojas en verano: la luz solar directa provoca el palidecimiento de las
hojas; debe colocarse la planta en un lugar sombreado.
Desaparición
del variegado: el variegado se transforma en verde a causa de un exceso de
abono y luz insuficiente. Debe dejarse de abonar la planta y llevarla a un
lugar más soleado.