1.-Generalidades
El
nombre de Cordyline deriva de la forma en "porra" de las raíces de las
plantas pertenecientes a este género que se incluye en la familia de las liliáceas.
Este género engloba a una docena de especies de arbustos y árboles perennes
originarios de las zonas tropicales de América del Sur, polinesia, Malasia e
India y las zonas templadas de Nueva Zelanda y Australia.
Son
muy populares como plantas de interior debido a su forma e intensos coloridos
y a su fácil mantenimiento. Los de color verde oscuro toleran una iluminación
deficiente. Están emparentados con las drácenas, con las que frecuentemente
se intercambian de forma errónea los nombres. Sin embargo, existen claras
diferencias entre ambos géneros: los cordilines presentan rizomas trepadores
y sus raíces son blancas y nudosas, mientras que las drácenas no presentan
este tipo de rizomas y las ligeras raíces superficiales son intensamente
amarillas o naranjas.
Cordyline
terminalis (a veces vendida como C. Fruticosa o Dracaena
terminalis), presenta numerosas variedades con hojas generalmente
matizadas o salpicadas de rojo. "Red Edge" es la favorita, de pequeño
tamaño y hojas de unos 13 cm de longitud y 2 cm de anchura, de color rojo
vivo y rojo oscuro. "Prince Albert" es muy parecida a la anterior, aunque
de mayor tamaño. Otras variedades son: "Firebrand" (color bronce),
"Amabilis" (verde y blanca), "baptistii (verde, rosa y amarilla),
"Ti" (totalmente verde), y otras nuevas como "Atoom" y "Kiwi".
Los
cordilines de mayor tamaño son C. stricta y C. australis,
empleadas fundamentalmente en lugares públicos.
Desarrollo: son plantas de crecimiento lento (10-15 cm
anuales), que alcanzan una altura de 30-60 cm en interior.
Longevidad: estas plantas sobreviven durante mucho
tiempo, aunque pierdan las hojas inferiores por causa de la sequedad del aire,
quedando el tallo desnudo.
Época de floración: algunos ejemplares maduros florecen en los meses de
verano, dando lugar aun tallo largo con numerosas flores estrelladas de color
crema.
2. Multiplicación.
La propagación puede llevarse a cabo por diferentes métodos:
- Mediante esquejes apicales de tallo, o de trozos de tallo de 5-8 cm de longitud,
cuando el material vegetal es escaso. Es el método más empleado en las
principales variedades. Los esquejes se colocan en una mezcla de turba y arena
o arena sola si la turba no es de buena calidad, con calor de fondo (25-30 ºC).
Es conveniente tratar con fungicidas. La zona de multiplicación debe estar
bien sombreada y el ambiente húmedo. En estas condiciones el enraizamiento se
producirá al mes y se procederá al trasplante en macetas de unos 9 cm de
diámetro.
- La reproducción por semillas se realiza principalmente para C.
australis y C. indivisa. y también para la obtención de nuevas
variedades de C. fruticosa. Para que la planta florezca es necesario
que se someta a un período de temperaturas inferiores a los 12-14 ºC o a un
tratamiento con ácido giberélico y los racimos tardan en madurar de 4 a 6
meses. La germinación se produce a las 6-8 semanas de la siembra.
- La propagación "in vitro" se ha practicado para algunos
cultivares como "Atoom" y "Prince Albert".
- La aplicación de citoquininas "in vivo" a las plantas madre
tres veces a intervalos de 1 mes a 200-300 ppm de BA, aumenta el número de
brotes.
- También puede seccionarse el rizoma subterráneo, colocando los discos
en cama caliente. Ha tenido bastante éxito en "Lord Robertson".
El material de partida para los tres últimos métodos son pequeñas
plantas de 4-6 cm en macetas de 8-9 cm.
3. Cultivo.
Se llevan a cabo distintos métodos de
cultivo según especies, variedades y el producto final que se desea obtener,
por lo que a continuación se dan unas ideas generales.
Temperatura: el rango óptimo de temperatura
es bastante elevado (20-25 ºC). Amenos de 16 ºC pueden desarrollarse
problemas fisiológicos que se confunden con ataques de hongos, sobre todo
cuando la humedad relativa presenta grandes oscilaciones entre el día y al
noche.
También pueden producirse problemas a
temperaturas superiores a los 30 ºC.
Las plantas de hojas verdes son las que
mejor resisten en invernaderos sin calefacción e incluso al aire libre en
zonas de clima muy suave.
Luz: son plantas ávidas de luz, necesaria
para mantener el colorido de las hojas, aunque hay que evitar una insolación
excesiva, principalmente durante las horas de máxima intensidad de los meses
estivales. Las variedades verdes necesitan menos luz que las variegadas. El
intervalo óptimo es de 20.000-30.000 lux.
Sustrato: debe presentar una buena
aireación. Es importante tener en cuenta el pH (óptimo de 6,5 a 7), la
presencia de calcio y la ausencia de flúor, así como el exceso de boro.
Contenedor: en países tropicales
algunas variedades comerciales de C. fruticosa son cultivadas
directamente sobre el suelo. El tamaño de la planta, así como condicionantes
de tipo económico, van a determinar el número de trasplantes y el tamaño de
los contenedores a emplear, que generalmente son de 9-12 cm. Así, las
variedades de gran tamaño suelen plantarse en macetas de 8-9 cm,
trasplantándose posteriormente a otras de12-16 cm. Entre el primer
trasplante y la producción final puede transcurrir un período de 7-11 meses.
También en algunos invernaderos se cultiva directamente en las camas,
realizando el trasplante poco antes de la venta.
Riego: durante el período de
crecimiento se regará cada 15 días. No tolera los
encharcamientos ni los excesos de sequedad.
Fertilización: se puede aplicar en
riego una fertilización estándar de 150 ppm de abono con un equilibrio
3:1:2. Es preferible el aporte de nitrógeno en forma amoniacal al inicio del
crecimiento y para las plantas madre y en forma nítrica en la fase final para
intensificar la coloración.
4.
Plagas, enfermedades y fisiopatías.
Ataque de cochinillas. Aparecen hojas con
falta de color y con insectos escamosos de color marrón.
Ataque de araña roja. Aparecen hojas
amarillas con telarañas en el envés.
Manchas foliares, causadas por los hongos Cercospora,
Fusarium moniliforme y Phyllosticta, sobre todo en las partes con
bajo contenido en clorofila.
Podredumbres de hojas y tallos causadas por
bacterias (Erwinia) bajo ambiente cálido y húmedo.
Amarilleamiento de las hojas inferiores.
Cuando se produce lentamente, se debe al proceso natural de envejecimiento. Este hábito de
crecimiento se debe a la limitada vida del follaje expandido, con el
consiguiente amarilleamiento de cada hoja y su muerte a los 2 años. Si las
hojas se caen rápidamente suele deberse a un exceso de sequedad y calor.
Aparición de hojas descoloridas por escasez de
iluminación.
Aparición de márgenes y ápices foliares
necróticos. La razón más probable es sequedad del aire, ya que requieren una humedad ambiental elevada.
Las corrientes de aire frío puede originar un efecto
similar, así como un déficit hídrico. Si la causa fuese la sequía a nivel
de raíz, aparecerían manchas marrones en las hojas.