1.Generalidades
Género
perteneciente a la familia de las acantáceas que engloba a unas cien especies
de plantas herbáceas arbustivas. Las afelandras son originarias de América
tropical y su nombre procede de dos palabras griegas, evocando las características
botánicas de las flores, que significan sésil y masculino.
Las
hojas duras, pero frágiles, con franjas blanquecinas, plateadas o amarillas a
lo largo de las nerviaciones principales a las que realzan. Presentan
inflorescencias con brácteas y floresd e colores que van del rojo al amarillo.
La
mayor parte de las variedades cultivadas pertenecen a Aphelandra squarrosa,
aunque también se producen A. aurantiaca, de inflorescencias rojizas, A.
sinclairiana, con inflorescencias rosadas y A. chamissoniana, esta última
con inflorescencias amarillas.
Las
variedades más populares son: «Leopoldii», de hojas anchas con venas blancas,
tallo rojizo, flores amarillas y brácteas rojas; «Louisae», de hojas verde
esmeralda con venas amarillas y brácteas color oro; «Brockfeld», obtenida en
Alemania, de crecimiento compacto y hojas anchas de color verde brillante con
venas amarillas; «Fritz Prinsler», obtenida en Alemania a partir de «Leopoldii»
y«Louisae», de hojas verde oliva con venas amarillentas y flores y brácteas
amarillas; «Dania», obtenida en Dinamarca a partir de la anterior, de porte más
compacto, venas blancas o crema, tallo rojizo y varias flores amarillas; «Ivo»,
también derivada de «Fritz Prinsler», de color verde oscuro; «Silver Queen»,
de tonos más claros, etc.
Desarrollo:
es una planta de crecimiento rápido, que puede alcanzar unos 30 cm de altura
cuando florece por primera vez, doblando el tamaño en un segundo año en el que
pueden producir 4-5 brotes.
Longevidad:
una vez en el hogar suele conocerse como una planta de temporada, aunque con los
cuidados adecuados puede mantenerse y florecer en un segundo año.
Época
de floración: programada
para abril-mayo.
2.
Multiplicación
Pueden
reproducirse por semilla, aunque las variedades comerciales se multiplican por
esquejes terminales de 8-10 cm de longitud, con dos hojas totalmente
desarrolladas y otras dos en desarrollo. En caso de escasez de plantas madre,
pueden emplearse segmentos de tallo con dos hojas y de medio tallo con una hoja,
seccionándolo longitudinalmente, pero el proceso es más lento.
Las
plantas madre se cultivan en contenedores individuales sobre bancadas bajo
condiciones de baja luminosidad para evitar la aparición de flores. Un buen
equilibrio para el abonado es 3:1:1 y aportando la mayor parte del nitrógeno en
forma amoniacal suele favorecerse el desarrollo de brotes vegetativos.
Dependiendo
de la época de obtención de esquejes, así como del tamaño deseado para éstos,
puede considerarse adecuado un número de 15-20 esquejes por planta madre.
Para
el enraizamiento de los esquejes se requiere una humedad ambiental elevada, con
onjeto de evitar la deshidratación de las hojas. Esto puede conseguirse mediante la nebulización o o el
empleo de tunelillos. Con calor de fondo de 22-25 ºC y una temperatura
ambiente de 20-22 ºC, el enraizamiento puede tener lugar en 15-20 días. Estas
condiciones hacen que en los climas cálidos la época de multiplicación más
apropiada sea el otoño o el invierno. Suelen enraizarse en bateas a razón de
100 esquejes por cada metro cuadrado.
3.Cultivo.
Trasplante:
Una vez enraizados los
esquejes, se llevan a macetas de 9 cm de diámetro y a los dos meses se
trasplantan al contenedor definitivo, cuyo tamaño va a depender del número de tallos principales que se dejen. También
puede emplearse desde el principio el contenedor definitivo, donde se enraizan
directamente los esquejes o partiendo de esquejes ya enraizados. Dicho
contenedor será de 10 ó 12 cm para un solo tallo principal y de 14-16 cm
cuando se dejan 2-3 tallos.
Temperatura
óptima: 16-25 ºC. Una
temperatura elevada adelanta la floración, pero las hojas se hacen más pequeñas,
perdiendo valor ornamental.
Temperatura
máxima: temperaturas
superiores a los 30 ºC, además de reducir el tamaño de las hojas, pueden
causar la caída de las inferiores y el desarrollo de inflorescencias de pequeño
tamaño.
Luz:
Para que se produzca la floración requieren una buena luminosidad
(10.000-30.000 lux, dependiendo de la longitud del día). Se debe evitar la
radiación directa, por lo que el sombreo resulta adecuado a lo largo del
cultivo.
Sustrato:
existen diversas mezclas recomendadas por distintos autores como por ejemplo:
-
½ de turba y ½ de arena (Vidalie, 1983).
-
3 partes de turba, 2 partes de tierra vegetal y una parte de arena, añadiendo
1,5 g del siguiente abonado, por cada litro de mezcla (Jiménez y Badía, 1973):
Nitrato
amónico: 40 g.
Superfosfato
de cal: 37 g
Sulfato
potásico: 20 g.
Carbonato
de magnesio: 3 g
-
También puede utilizarse un «sustrato tipo», que proporciona un buen
desarrollo a una amplia gama de cultivos ornamentales, consistente en (Jiménez
y Caballero, 1990):
4
partes de turba rubia por cada parte de arena fina; si la arena no es de buena
calidad o no está disponible puede
ser sustituida por poliuretano o perlita. A esto se puede añadir 1-3 g de la
siguiente mezcla, según la sensibilidad de la planta a las sales:
Superfosfato
de cal: 1 g.
Nitrato
amónico: 0,5 g.
Nitrato
cálcico: 0,5 g.
Sulfato
de potasa: 1 g.
Mezcla
de microelementos: 0,05 g.
Sulfato
de magnesio:0,5 g.
Carbonato
cálcico o hidróxido cálcico: en la cantidad necesaria para alcanzar el pH
requerido.
En
el caso de aportar abonos de lenta liberación, sólo será necesario añadir el
compuesto de calcio para aumentar el pH.
Riego:
las afelandras son plantas que no soportan la falta de agua, por lo que el riego
debe ser abundante, pero teniendo la precaución de no encharcar. Si la humedad
ambiental es muy elevada se puede reducir el riego.
Fertilización:
se puede llevar a cabo mediante fertirrigación a una concentración total de
sales de 150-200 ppm con un equilibrio N:P:K de 3:1:2 (Jiménez y Caballero,
1990).
4.Plagas,
enfermedades y fisiopatías.
4.1.
Plagas
Hemitarsonemus
sp. Produce un enrollamiento de
las hojas más ficace. Para su control es conveniente separar las plantas
atacadas del resto. Son ficaces los tratamientos con endrin o keltano.
Pulgones.
Producen deformaciones en las hojas. Son eficaces los tratamientos con diazinon
o malation y también dan buen resultado los insecticidas sistémicos como el
metasystox.
Cochinillas.
Eulecanium corni es una especie difícil de combatir, por lo que lo mejor
es evitar su entrada. El malation da buenos resultados.
Al
realizar los tratamientos químicos en general se debe tener en cuenta que las
afelandras son sensibles a las siguientes materias activas: azobenzeno,
dimetoato, lindano, fosdrin y paration.
4.2.
Enfermedades
Podredumbre
gris. Causada por el hongo Botrytis
cinerea, especialmente bajo condiciones de baja temperatura y elevada
humedad relativa. Es conveniente llevar a cabo un control preventivo en general
y, particularmente, controlar la humedad mediante ventilación, reducción de
los riegos, etc, así como eliminar las posibles fuentes de inóculo. Emplear un
producto antibotrytis a la dosis recomendada.
Podredumbres
de tallos. Producidas por los
hongos Phytophthora spp. y Pythium spp.
4.3.
Fisiopatías
Clorosis.
Por falta de abono o exceso de luz.
Caída
de hojas. Generalmente se debe
a la falta de agua, aunque también puede producirse
en condiciones de temperatura inferior a 15 ºC con excesiva humedad.
Por
otro lado, las afelandras son muy sensibles a las altas temperaturas y baja
humedad ambiental que, además de provocar la inclinación o enrollamiento de
las hojas, pueden causar la caída de éstas.
Floración
prematura. Se debe a un exceso
de iluminación, a un aumento brusco de la luminosidad o a temperaturas
elevadas.
Quemaduras.
Pueden producirse por la exposición directa a la luz solar.